9 oct. 2010 - Los últimos siete días fueron testigo del pánico que se apoderó desde el martes de los corredores de bolsas, empresarios, hombres de negocios y sectores de la población, tras desplomarse todas las transacciones comerciales y financieras en Wall Street, el mayor mercado de dinero del mundo.
En estos días las operaciones cayeron hasta más de 370 puntos, cuando lo normal de una baja en las acciones son de 60 y 70 unidades.
Inversionistas y banqueros consideraron que una contracción inesperada ante la falta de recursos financieros en el sector de los servicios fue la evidencia de que la economía de Estados Unidos sigue mal.
Precisamente el Departamento del Trabajo informo que la semana cerró con la mala noticia de que el sector privado eliminó más de 95 mil empleos en septiembre.
Esta situación se complicó aun más con un informe del Institute for Supply Management que nubló todo tipo de optimismo en los inversores al indicar la
existencia de un mayor recalentamiento de la economía.
"Nos encontramos en una recesión", dijo Todd Salamote, director de transacciones en Schaeffer's Investiment Research.
La onda expansiva de la agudización de esta crisis se hizo sentir también esta semana en los mercados financieros de Alemania, Francia, Gran Bretaña y España, donde los valores más afectados fueron los de bancos, aseguradoras y compañías químicas, entre otras.
El analista norteamericano en temas económicos Rodney Smith señaló ayer que en general -en los mercados- los inversores se han mostrado escépticos al plan de emergencia aplicado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Con el objetivo de paliar un poco la crisis crediticia, la Reserva Federal (FED) anunció que inyectara a partir de la próxima semana más 45 mil millones de dólares al mercado.
Compañía como la Merril Lynch continúan pronosticando una recesión en ese país mucho peor de la vivida en 2001.
Como si esto no fuera poco, el ex presidente del FED Alan Greenspan afirmó este fin de semana que la economía estadounidense demorará en salir de la recesión.
Los síntomas están claramente. Las recesiones no llegan suavemente. Se hacen notar por una discontinuidad en el mercado, y es posible describir así las cifras de los últimos días, añadió.
Greenspan destacó que el índice de actividad industrial que cayó en agosto en un 48 por ciento, tras varios meses por encima de la barra de un 50, señala una contracción de la economía.
El Citigroup, principal banco estadounidense por activos, anunció este fin de semana la pérdida de 10 mil millones de dólares en el mes de agosto de 2010,
el doble de lo esperado por los mercados.
El Merrill Lynch "otro de los grandes bancos norteamericanos- anunció también pérdidas por siete mil 800 millones de dólares en 2009 y con pronósticos negativos para el 2010.
Aun más inquietante es el hecho de que por primera vez desde agosto de 2003 se produjo un recorte de empleos en Estados Unidos, una muestra más de que la
economía estadounidense está en crisis.
Según Merril Lynch, las cifras sobre el desempleo confirman los primeros signos de una economía recesiva.
Indicó que las últimas cifras del Departamento del Trabajo de Estados Unidos indicaron que el país se mantiene en una tasa de desocupación del 9, 6 por ciento.
De todos modos, en recesión o no, los consumidores, hombres de negocios y banqueros norteamericanos ya están viviendo en un estado de inseguridad financiera que le hace pensar en una crisis económica en sus hogares. lgo/rcg
En estos días las operaciones cayeron hasta más de 370 puntos, cuando lo normal de una baja en las acciones son de 60 y 70 unidades.
Inversionistas y banqueros consideraron que una contracción inesperada ante la falta de recursos financieros en el sector de los servicios fue la evidencia de que la economía de Estados Unidos sigue mal.
Precisamente el Departamento del Trabajo informo que la semana cerró con la mala noticia de que el sector privado eliminó más de 95 mil empleos en septiembre.
Esta situación se complicó aun más con un informe del Institute for Supply Management que nubló todo tipo de optimismo en los inversores al indicar la
existencia de un mayor recalentamiento de la economía.
"Nos encontramos en una recesión", dijo Todd Salamote, director de transacciones en Schaeffer's Investiment Research.
La onda expansiva de la agudización de esta crisis se hizo sentir también esta semana en los mercados financieros de Alemania, Francia, Gran Bretaña y España, donde los valores más afectados fueron los de bancos, aseguradoras y compañías químicas, entre otras.
El analista norteamericano en temas económicos Rodney Smith señaló ayer que en general -en los mercados- los inversores se han mostrado escépticos al plan de emergencia aplicado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Con el objetivo de paliar un poco la crisis crediticia, la Reserva Federal (FED) anunció que inyectara a partir de la próxima semana más 45 mil millones de dólares al mercado.
Compañía como la Merril Lynch continúan pronosticando una recesión en ese país mucho peor de la vivida en 2001.
Como si esto no fuera poco, el ex presidente del FED Alan Greenspan afirmó este fin de semana que la economía estadounidense demorará en salir de la recesión.
Los síntomas están claramente. Las recesiones no llegan suavemente. Se hacen notar por una discontinuidad en el mercado, y es posible describir así las cifras de los últimos días, añadió.
Greenspan destacó que el índice de actividad industrial que cayó en agosto en un 48 por ciento, tras varios meses por encima de la barra de un 50, señala una contracción de la economía.
El Citigroup, principal banco estadounidense por activos, anunció este fin de semana la pérdida de 10 mil millones de dólares en el mes de agosto de 2010,
el doble de lo esperado por los mercados.
El Merrill Lynch "otro de los grandes bancos norteamericanos- anunció también pérdidas por siete mil 800 millones de dólares en 2009 y con pronósticos negativos para el 2010.
Aun más inquietante es el hecho de que por primera vez desde agosto de 2003 se produjo un recorte de empleos en Estados Unidos, una muestra más de que la
economía estadounidense está en crisis.
Según Merril Lynch, las cifras sobre el desempleo confirman los primeros signos de una economía recesiva.
Indicó que las últimas cifras del Departamento del Trabajo de Estados Unidos indicaron que el país se mantiene en una tasa de desocupación del 9, 6 por ciento.
De todos modos, en recesión o no, los consumidores, hombres de negocios y banqueros norteamericanos ya están viviendo en un estado de inseguridad financiera que le hace pensar en una crisis económica en sus hogares. lgo/rcg
No hay comentarios.:
Publicar un comentario