El concepto de alfabetización académica señala las nociones y las estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas, así como también las actividades de producción y análisis de textos que se requieren en la universidad. El concepto manifiesta los modos de leer y escribir, adquirir, elaborar y comunicar conocimientos.
La alfabetización académica cuestiona la idea de que la producción e interpretación de la escritura es un asunto que se concluye cuando se ingresa en la universidad. El sistema universitario suele esperar que los alumnos puedan produzcan informaciones por ellos mismos, mientras que los docentes de la educación media consideran que los estudiantes sólo deben recibir la información que ellos les imparten. EN el nivel universitario se requiere que los estudiantes analicen y apliquen conocimientos que ya han adquirido, mientras que en la educación media se espera que el conocimiento sea reproducido.
Visto así, se deduce que la educación recibida por los estudiantes que provienen del nivel medio, es insuficiente para enfrentar los nuevos retos que se le presentan en la educación universitaria. Pero diversas investigaciones realizadas basándose en los conceptos de la alfabetización académica, desmienten esta falsa concepción sobre el nivel académico de los estudiantes medios. También se tiene la idea que los estudiantes que ahora enfrentan la vida universitaria, debieron haber aprendido a redactar en el tránsito de la educación media. “De acuerdo a esta idea, para producir cualquier texto basta con estar alfabetizados y tener algo que decir” (Carlino, 2003, pág. 409) . Pero también aquí, las investigaciones de la alfabetización académica han demostrado que la premisa es falsa.
La escritura “no resulta sólo un medio de registro o comunicación sino que puede devenir un instrumento para desarrollar, revisar y transformar el propio saber”. (Carlino, 2003)
La clave en el proceso de composición consiste en engranar la escritura del conocimiento en cuestión con las situaciones que condicionan la redacción. Además, la transformación que se pretende difundir, sólo es pertinente cuando el escritor considera las necesidades informativas de los potenciales lectores, desarrollando así una dialéctica entre el conocimiento y las exigencias que permiten al texto final tener aceptación.
Otro punto de vista del problema se presenta con las instituciones universitarias. Son muy pocas las cátedras que asumen la necesidad de alfabetizar académicamente, y cuando lo hacen, el apoyo de la institución es casi nulo, por lo cual la medida no deja de ser buenas intenciones aisladas. La falsa creencia de que escribimos para expresar lo que ya hemos pensado lleva también a justificar que la universidad no se ocupe de cómo se producen los textos en sus aulas, suponiendo además, que es posible ayudar a conocer y desarrollar el
pensamiento en ausencia de la escritura.
pensamiento en ausencia de la escritura.
Las universidades anglosajonas
Las australianas dan importancia vital a la alfabetización académica. Las entidades gubernamentales ligadas a la educación superior y a la capacitación para el trabajo, están plenamente comprometidas en la mejor capacitación de los estudiantes. Consideran importantísimo el uso de las nuevas tecnologías (NTIC), ya que “maximizan las posibilidades individuales de acceder y transmitir saberes producidos socialmente”. (Carlino, 2003, pág. 412) El objetivo que se proponen no es solo la acumulación de conocimientos, sin o que además los estudiantes comprendan estos de forma crítica. También consideran que alfabetización académica sea integrada con cada una de las asignaturas que se imparten en la universidad por tres razones básicas; 1) muchas veces es indisociable el pensamiento y el lenguaje escrito, 2) ciertas estrategias de estudios involucran la lectura y la escritura porque son dependientes del contexto, y no pueden aprenderse por fuera de ciertos contenidos específicos y 3) es necesario que cada docente se haga cargo de enseñar las prácticas discursivas propias de su dominio para integrar al estudiante en su cultura discursiva.
Las canadienses y norteamericanas, tienen conciencian de la importancia de la escritura como elemento central en la formación universitaria. Consideran además que para aprender a escribir “deben partir del campo de problema inherentes a una determinada disciplina”. (Carlino, 2003, pág. 414) . Dan por válido el supuesto de que alguien que no sabe escribir, tampoco puede pensar con claridad el tema tratado. La lectura, escritura y el pensamiento conforman un todo en los que se basa el discurso intelectual.
Sobre la certeza de lo vital que es la escritura en los procesos de conocimientos, las autoridades participan activamente en la alfabetización académica de los estudiantes. Se afirma que los estudiantes sólo asimilan lo enseñado en la medida en que se involucren activamente en los temas, por lo tanto escribir sobre los temas de las diferentes disciplinas permite internalizar el contenido de las mismas. En resumen puede decirse que se guían por el principio de: leer se aprende leyendo, pensar se aprende pensando, escribir se aprende escribiendo.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
Carlino, P. (2003). Alfabetización académica: UN CAMBIO NECESARIO, ALGUNAS ALTERNATIVAS POSIBLES. EDUCERE, INVESTIGACION .
Pensando latinoamericano