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miércoles, 7 de febrero de 2018

LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE LA OPOSICIÓN

Tal como lo hicieron durante la campaña electoral para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre del año 2015, la oposición venezolana no basó su estrategia en un programa de gobierno positivo que diera al electorado suficientes razones para decidir que ellos eran la mejor alternativa frente a la situación económica del país. Al contrario, sus candidatos nunca mostraron su rostro y no ofrecieron ningún programa legislativo coherente que permitiera superar definitivamente la situación por la que atraviesa el país, es más pareciera que sus intenciones son seguir poniendo trabas a las posibles soluciones económicas que de una u otra manera implementa el Gobierno Bolivariano, para obtener así los réditos políticos que le faciliten la toma del poder.

En aquella oportunidad la promesa sin rostro de la oposición fue ofrecer a los venezolanos que si votaban por ellos entonces harían “la última cola”, y así como por arte de magia se suponía que todo volvería a la normalidad, que habría pleno abastecimiento de alimentos y a precios accesibles en todos los mercados municipales y en todas las cadenas de supermercados del país.

La verdad fue que con una mayoría opositora en la Asamblea Nacional todos los problemas económicos se exacerbaron, después que el chavismo lograra su recuperación política en el 2017, tras ganar la elección de la Asamblea Nacional Constituyente que logró pacificar al país luego de la implementación de actos terroristas -mal llamados guarimbas- impulsados por la oposición, ganar la mayoría de las gobernaciones en las elecciones regionales y de ganar la mayoría de las alcaldías ante la ausencia de los principales partidos políticos de la oposición.

Ahora bien, aunque el Gobierno del Presidente Maduro ha seguido impulsando la concertación y el diálogo por la paz con los factores políticos de la oposición y procurando soluciones acordadas con todos los sectores económicos y empresariales de la vida nacional. No obstante, esta oposición sigue dándole largas, semana tras semana, a los acuerdos mínimos con el Gobierno que permitan normalizar las relaciones políticas, mientras los empresarios, productores, comerciantes y distribuidores continúan sin hacer valer los precios acordados en los productos de primera necesidad, que hagan accesible la alimentación y medicamentos que necesita las grandes mayorías del pueblo venezolano.

En este contexto, todo parece indicar que la campaña presidencial de la oposición nuevamente estará enfocada en resaltar los problemas económicos del país, está vez ya no será “la última cola” sino que estará enfocada en la “hiperinflación”.

¿Y por qué iba a ser de otra manera si esta postura ya le ha dado ganancias políticas a la oposición venezolana?. Según la investigadora Pasqualina Curcio, desde el año 2002 los factores políticos y económicos adversos a la Revolución Bolivariana han emprendido una “Guerra Económica” que se intensifica cada vez que se inicia un proceso electoral, siendo esto posible ya que la propiedad de los medios de producción y distribución de productos se concentran en pocas manos, precisamente en las manos de quienes adversan al gobierno revolucionario.

Por otra parte está el apoyo internacional que la derecha venezolana recibe del imperialismo norteamericano y sus lacayos europeos. Ahora mismo el Secretario de Estado de EE.UU. Rex Tillerson (antiguo director ejecutivo de la transnacional del petróleo Exxon Mobil), se encuentra de gira por algunos países de América Latina, visitando gobiernos marcadamente antichavistas, tales como: México, Argentina, Perú y Colombia, así como una indefinida Jamaica en su postura política con Venezuela.

Tillerson al iniciar su gira por la región y en un descarado episodio de injerencia en los asuntos internos de los venezolanos, describió al Gobierno del Presidente Maduro como “un régimen corrupto y hostil que se aferra a un sueño falso y una visión anticuada para la región”, además instó al Presidente venezolano a “permitir elecciones libres, abiertas y democráticas y que le permita al pueblo tener una voz en su gobierno”. Asimismo, en un ejercicio de retórica y de exhortación a la violencia dijo que “en la historia de Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo”.

En este sentido, para develar las verdaderas intenciones del discurso del funcionario estadounidense apelamos a la conciencia de los venezolanos formulando las siguientes interrogantes:
·         ¿Cuál si no es el Socialismo del Siglo XXI impulsado por Hugo Chávez es el sueño falso del que habla Tillerson?
·         ¿En Venezuela no existen elecciones libres, abiertas y democráticas? Todas las realizadas con este CNE tienen auditoría previas, durante y después del proceso electoral debidamente avaladas por los mismos opositores que participan en ellas.
·         ¿Quiénes son los que auspician un nuevo golpe de Estado? Tal como en 2002 la oposición venezolana se esconde bajo las faldas del imperialismo norteamericano para lograr por la fuerza de la violencia, lo que no han podido lograr a través de los votos y del ejercicio de la democracia.

Asimismo, aunque algunos opositores ya han manifestado su interés en participar en las elecciones presidenciales, como: Henry Ramos Allup, Henri Falcón, Andrés Velásquez y Claudio Fermín; y otros sectores económicos aclaman la postulación del empresario Lorenzo Mendoza. Sin embargo, todo parece indicar, según las palabras del Presidente Maduro, que la oposición venezolana estaría siendo tentada por el imperialismo estadounidense para boicotear el proceso electoral al no presentarse en la elecciones presidenciales y llamar abiertamente a la abstención.

Compatriota no te dejes engañar, Venezuela es nuestra y tenemos que defenderla, somos los venezolanos los llamados a dirimir nuestras diferencias por la vía pacífica. El retardo de la negociación en la mesa de diálogo, el sabotaje y el llamado a la abstención de proceso electoral deja abierta la posibilidad para que en el país vuelvan a aparecer los violentos, la quema de personas vivas, la paralización de las empresas, negocios y comercios, los saqueos… No permitamos que nos quiten el país que nos dieron nuestros libertadores y que refundó el Comandante Chávez.



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