Por: Harrys Velasquez
Tal
como se esperaba, la oposición al Gobierno del Presidente Chávez y
los que procuran “el descarrilamiento” de las
relaciones diplomáticas Colombia-Venezuela, seguirán tratando por
cualquier medio de quebrantar las buenas relaciones de Jefes de
Estado entre el Presidente Juan Manuel Santos y Mandatario
venezolano, asimismo proseguir configurando en el imaginario
colectivo que el Gobierno nacional apoya grupos irregulares
(Colectivos armados del 23 de enero).
A
través del portal de Últimas Noticias del domingo 25 de marzo, se
posiciona una nota tomada de la agencia DPA, que da cuenta del
“malestar” del Gobierno de Colombia por el homenaje que
“grupos particulares de Caracas” le rinden a “Tirofijo”.
Sin embargo, aunque la queja de la cancillería trata de aparentar el
respeto a la soberanía venezolana y sin mencionar directamente a los
colectivos, no deja de ser una injerencia en los asuntos internos del
país posicionado desde el punto del Estado Forajido, al conectar la
imagen de los bloques del 23 de enero y la estatua del guerrillero
quién para ellos “representa décadas de terror de las FARC”.
Bajo
este contexto, la cancillería colombiana presiona al Gobierno
nacional con el evidente chantaje de conservar las buenas relaciones
entre los Presidentes Santos-Chávez, y trata de provocar a una
respuesta subida de tono por parte de la cancillería venezolana
-aprovechando que el Presidente Chávez está en Cuba- que pueda ser
manipulada mediáticamente a nivel internacional para tratar de: 1.-
Descarrilar las relaciones diplomáticas Colombia-Venezuela, 2.-
Sobredimensionar internacionalmente la imagen de Estado Forajido que
justifique acciones de organismos internacionales (direccionadas por
el gobierno de EE.UU) como sanciones económicas, presiones políticas
para cambiar el régimen de gobierno, intervención militar, entre
otras.
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