Caracas, noviembre 18 - La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, ratificó este jueves que existen tres órdenes de captura activas, con alerta roja de Interpol, contra Johann Peña, Pedro Lander y Patricia Poleo por estar presuntamente involucrados en el asesinato del fiscal Danilo Anderson, del cual este viernes 18 de noviembre se cumplen 7 años.
Estas tres personas se encuentran prófugas de la justicia venezolana, y aunque se presume que probablemente se encuentren en Estados Unidos, “no hay la certeza” de que realmente estén en suelo norteamericano, expresó la Fiscal General.
En rueda de prensa por el 42 aniversario del Ministerio Público, Luisa Ortega Díaz explicó que el caso de investigación no está “definitivamente cerrado” sino que fue pasado a archivo fiscal.
“Sobre el archivo fiscal, señala el Código Orgánico Procesal Penal, que deben aparecer fundados elementos para su reapertura”, precisó Ortega Díaz, al tiempo que señaló que hasta el momento el Ministerio Público no ha encontrado los elementos necesarios para reabrir el caso.
“El caso no está terminado, no está definitivamente cerrado porque todavía hay asuntos pendientes qué resolver”, enfatizó.
Por esta causa, los hermanos Otoniel y Rolando Guevara, ambos ex funcionarios de las extintas Policía Técnica Judicial (PTJ) y de la Disip, cumplen penas de 27 años y nueve meses en prisión, y su primo Juan Bautista Guevara una condena 30 años, tras haber sido probada su participación directa en el atentado terrorista ocurrido el 18 de noviembre de 2004.
Danilo
El fiscal del Ministerio Público Danilo Anderson fue asesinado el 18 de noviembre de 2004 en la avenida Las Ciencias de la urbanización los Chaguaramos, mientras manejaba su vehículo.
En la avenida Las Ciencias de Los Chaguaramos siempre ha habido gran movimiento. Talleres mecánicos, panaderías, restaurantes, mercerías. Casi todos son negocios que tienen más de treinta años en una zona que conecta los predios de la Universidad Central de Venezuela con Santa Mónica en un sostenido hormigueo de personas y automóviles. En el inicio de la avenida se encuentra la esquina de Vargas, que ahora es un lugar célebre porque allí murió Danilo Anderson.
Frente a la frutería Riviera, buscada más que todo por sus refrescantes cocos, hay un busto que con modestia recuerda al fiscal del Ministerio Público que fue asesinado el 18 de noviembre de 2004 en un atentado terrorista. Unos cuantos gramos de C4 detonados debajo de su automóvil fueron suficientes para causarle politraumatismos y quemaduras fatales. Ni siquiera llegaba a los 40 años de edad, pero había llegado lejos. Demasiado lejos en opinión de algunos que decidieron detener su camino hacia una verdad que todavía desconocemos.
La camioneta de Anderson rodó unos metros antes de estrellarse contra Auto-Fresco, un local de reparación de aire acondicionado en la planta baja de un viejo edificio de cuatro pisos. Allí todavía la gente recuerda aquellas semanas de crispación. Hasta hace poco el chamuscado de los árboles les producía escalofríos. Todavía ven como en las madrugadas hay quienes amarran guayas al busto para arrancarlo de su base, pero no logran su objetivo por los gritos de los vecinos. Y muchos también han visto que durante marchas de la oposición siempre alguien escribe un graffiti ofensivo sobre la placa.
Frente a la frutería Riviera, buscada más que todo por sus refrescantes cocos, hay un busto que con modestia recuerda al fiscal del Ministerio Público que fue asesinado el 18 de noviembre de 2004 en un atentado terrorista. Unos cuantos gramos de C4 detonados debajo de su automóvil fueron suficientes para causarle politraumatismos y quemaduras fatales. Ni siquiera llegaba a los 40 años de edad, pero había llegado lejos. Demasiado lejos en opinión de algunos que decidieron detener su camino hacia una verdad que todavía desconocemos.
La camioneta de Anderson rodó unos metros antes de estrellarse contra Auto-Fresco, un local de reparación de aire acondicionado en la planta baja de un viejo edificio de cuatro pisos. Allí todavía la gente recuerda aquellas semanas de crispación. Hasta hace poco el chamuscado de los árboles les producía escalofríos. Todavía ven como en las madrugadas hay quienes amarran guayas al busto para arrancarlo de su base, pero no logran su objetivo por los gritos de los vecinos. Y muchos también han visto que durante marchas de la oposición siempre alguien escribe un graffiti ofensivo sobre la placa.
¡No a la impunidad!
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