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28 de junio 2011.-El diputado al Parlatino, Ángel Rodríguez, calificó la estrategia de la Agencia Internacional de Energía (AIE) de liberar 60 millones de barriles de sus reservas estratégicas en julio, como una acción sumamente hostil hacia la OPEP, promovida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien decidió aplicar la ley del garrote en el mercado petrolero internacional, sin importarle el espíritu de colaboración de la organización en las últimas dos décadas.
El parlamentario dijo que al inyectar a la oferta mundial de combustibles 2,5% del suministro global, se busca saturar el mercado para provocar el desplome de los precios. Quieren que los países exportadores de petróleo financien el fracaso sostenido de las políticas del Fondo Monetario Internacional, para la recuperación económica mundial. La AIE alega que el objetivo es cubrir la brecha que dejó la interrupción del bombeo de crudo en Libia.
“Es una mentira descarada, pues en 30 días van a introducir al volumen transado a nivel global, casi dos meses de producción de la nación árabe, que antes de la intervención militar extranjera, producía un millón 600 mil barriles diarios. Venezuela insiste en que hay un equilibrio en el abastecimiento del producto, porque el crecimiento de la demanda petrolera, después de la crisis financiera del 2008, ha estado rezagado”.
Rodríguez puso en evidencia que la dinámica que está imponiendo los países industrializados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, a través de la AIE, demuestran que Venezuela tiene la razón.
“Si hubiese sequía en el mercado por una restricción de la oferta, como ellos dicen, no podrían tener unos inventarios de crudo rebosantes, que alcanzan los 4.100 millones de barriles, de los cuales unos 2.500 millones de los cuales son comerciables para refinadores y 1.600 millones de barriles, son reservas estratégicas acumuladas por el sector público. Con las existencias mundiales en elevados y cómodos niveles, no hay necesidad de liberar volúmenes adicionales”.
Considera alarmante que la AIE pretenda actuar como un Banco Central, que interviene en el mercado cuando lo considere conveniente, manipulando los precios a su antojo. “Este tipo de artimañas pueden ser muy dañinas. Ya tenemos suficientes distorsiones con los especuladores. Las reservas de emergencia sólo deben ser utilizadas en caso de una interrupción real o potencialmente severa del suministro de petróleo”.
Según el diputado Rodríguez es extremadamente peligroso para la seguridad energética del planeta, que se desate una guerra entre grandes consumidores y productores de crudo. En el sector se necesitan inversiones cuantiosas en los próximos años, que demandan de estabilidad de precios. Si la volatilidad de los ingresos de los países de la OPEP aumenta, estas inyecciones de capital podrían retrasarse de forma alarmante, desencadenando un declive de la producción.
“El petróleo fácil de extraer y más accesible se acabó. Los pozos más profundos exigirán técnicas más costosas, porque están en regiones más remotas, o en lugares con mayor profundidad. Adicionalmente, el combustible que se obtendrá será de menor calidad, con lo cual aumentarán las necesidades de divisas para el mejoramiento de este hidrocarburo. Si no se tienen recursos para financiar estos gastos, la escasez de combustibles se impondrá”, vaticinó el diputado.
El parlamentario dijo que al inyectar a la oferta mundial de combustibles 2,5% del suministro global, se busca saturar el mercado para provocar el desplome de los precios. Quieren que los países exportadores de petróleo financien el fracaso sostenido de las políticas del Fondo Monetario Internacional, para la recuperación económica mundial. La AIE alega que el objetivo es cubrir la brecha que dejó la interrupción del bombeo de crudo en Libia.
“Es una mentira descarada, pues en 30 días van a introducir al volumen transado a nivel global, casi dos meses de producción de la nación árabe, que antes de la intervención militar extranjera, producía un millón 600 mil barriles diarios. Venezuela insiste en que hay un equilibrio en el abastecimiento del producto, porque el crecimiento de la demanda petrolera, después de la crisis financiera del 2008, ha estado rezagado”.
Rodríguez puso en evidencia que la dinámica que está imponiendo los países industrializados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, a través de la AIE, demuestran que Venezuela tiene la razón.
“Si hubiese sequía en el mercado por una restricción de la oferta, como ellos dicen, no podrían tener unos inventarios de crudo rebosantes, que alcanzan los 4.100 millones de barriles, de los cuales unos 2.500 millones de los cuales son comerciables para refinadores y 1.600 millones de barriles, son reservas estratégicas acumuladas por el sector público. Con las existencias mundiales en elevados y cómodos niveles, no hay necesidad de liberar volúmenes adicionales”.
Considera alarmante que la AIE pretenda actuar como un Banco Central, que interviene en el mercado cuando lo considere conveniente, manipulando los precios a su antojo. “Este tipo de artimañas pueden ser muy dañinas. Ya tenemos suficientes distorsiones con los especuladores. Las reservas de emergencia sólo deben ser utilizadas en caso de una interrupción real o potencialmente severa del suministro de petróleo”.
Según el diputado Rodríguez es extremadamente peligroso para la seguridad energética del planeta, que se desate una guerra entre grandes consumidores y productores de crudo. En el sector se necesitan inversiones cuantiosas en los próximos años, que demandan de estabilidad de precios. Si la volatilidad de los ingresos de los países de la OPEP aumenta, estas inyecciones de capital podrían retrasarse de forma alarmante, desencadenando un declive de la producción.
“El petróleo fácil de extraer y más accesible se acabó. Los pozos más profundos exigirán técnicas más costosas, porque están en regiones más remotas, o en lugares con mayor profundidad. Adicionalmente, el combustible que se obtendrá será de menor calidad, con lo cual aumentarán las necesidades de divisas para el mejoramiento de este hidrocarburo. Si no se tienen recursos para financiar estos gastos, la escasez de combustibles se impondrá”, vaticinó el diputado.
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