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Prensa Latina/ Atenas, enero 4 - Pese al creciente rechazo interno y la condena internacional, Grecia se mantiene hoy en sus trece de construir una valla de protección en la frontera con Turquía para frenar la emigración ilegal.Desoyendo las críticas de la Comisión Europea, de la oposición y grupos humanitarios, el Gobierno de Atenas levantará a orillas del río Evros la polémica instalación, bautizada por sus detractores como el muro de la vergüenza.
Medios de prensa locales citaron hoy fuentes oficiales que adelantaron que el primer tramo de la cerca, de 12,5 kilómetros, estará listo en abril y tendrá cámaras térmicas y sensores de movimiento.
El portavoz de la Comisión Europea (CE), Michele Cercone, cuestionó este lunes la iniciativa del gobierno griego y sostuvo que "los muros han demostrado no ser soluciones a largo plazo".
Según el representante comunitario, más que una cerca, "Grecia necesita reformas y medidas estructurales y sólidas" para detener la oleada de inmigrantes ilegales.
Cercone dijo que una buena gestión de las fronteras y de los flujos migratorios "pasa por un diálogo con los países de origen y de tránsito de los inmigrantes".
La oposición griega rechazó también el proyecto del Ejecutivo socialista bajo el argumento de que con medidas semejantes no se resuelven los problemas ni se hará frente a las redes de traficantes de personas.
Por contraste, el ministro griego para la Protección Civil, Cristos Papoutsis, dijo la víspera que no cejarán en la construcción de la barrera en los lindes con territorio turco.
Aunque sin nombrarlos, Papoutsis llamó hipócritas a los que enjuician a Grecia y alertó que quizás lo que buscan sea hacer de este país un centro de acogida de la Unión Europea (UE).
Según el titular, "la sociedad griega no puede soportar esa carga", de ahí que se pretenda convertir a la verja de tres metros de altura en un medio disuasivo para frenar la emigración clandestina.
El ministro aclaró que la cerca en torno a la frontera común, que tiene una extensión total de 206 kilómetros, no es una medida contra Turquía, por donde entran cada día a Grecia unos 200 inmigrantes ilegales.
Datos de la Unión Europea precisan que más del 80 por ciento de todos los inmigrantes irregulares de Medio Oriente, Asia y Africa que ingresan a la región lo hacen a través de la frontera griega.
Actualmente uno de cada 10 personas en la República Helénica es extracomunitario y atendiendo a cifras gubernamentales en el país viven unos 300 mil inmigrantes en situación irregular.
Desde finales de 2010 Atenas cuenta con la cooperación de la Agencia Fronteriza Europea sobre todo en acciones relacionadas con los patrullajes de las fronteras marítimas.
Grecia ha sido conminada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Amnistía Internacional a respetar los derechos humanos de los inmigrantes.
En repetidas ocasiones ACNUR ha urgido a las autoridades griegas en relación con su cruzada a la inmigración ilegal para que la misma no perjudique a los solicitantes de asilo.
Aporrea.org
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