29 de Enero.- Obama reunió hoy a su consejo de
seguridad nacional para analizar la situación en el país árabe, donde
Mubarak nombró hoy al general Omar Suleimán como nuevo vicepresidente y
a Ahmed Shafiq como primer ministro, en un intento de acallar las
protestas contra el régimen que continúan en las calles de El Cairo por
quinto día consecutivo.
El comunicado difundido por la Casa Blanca tras la reunión no ofrece ninguna reacción del presidente a los nombramientos, indica que Obama "reiteró su objetivo de oponerse a la violencia y llamar a la moderación".
Además, subrayó "su apoyo a los derechos universales, y su respaldo a pasos concretos que hagan avanzar las reformas políticas en Egipto", tal y como expresó ayer en su conversación telefónica con Mubarak.
"Le dije que tiene la responsabilidad de dar sentido a sus palabras, de tomar pasos concretos y acciones que cumplan su promesa (de cambio). Todos los Gobiernos deben mantener el poder a través del consentimiento, no de la coerción", dijo Obama tras la llamada.
Con palabras similares reaccionó hoy a los cambios en Egipto el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Philip J. Crowley, quien pidió a Mubarak que no limite su promesa de cambio a meros cambios de gabinete.
"El Gobierno egipcio no puede remodelar la cubierta del barco y después quedarse quieto. Las palabras del presidente Mubarak que prometen reforma deben ser respaldadas por acciones", dijo Crowley en su cuenta de Twitter.
En Estados Unidos, donde hoy se vivieron multitudinarias manifestaciones contra Mubarak ante la sede de Naciones Unidas en Nueva York y la embajada de Egipto en Washington, no faltan las voces que piden a Obama un mensaje más claro contra el dirigente egipcio.
En un editorial titulado "Dejemos de respaldar a Mubarak", The Washington Post opinaba hoy que el Gobierno estadounidense "debería dejar los llamados a la reforma política y centrarse en preparar la implementación pacífica de la plataforma de la oposición".
Por el momento, la única acción concreta del Gobierno ha sido la de someter a revisión la ayuda que provee a Egipto, que asciende a 1.500 millones de dólares anuales.
En la reunión de hoy, que duró cerca de una hora, estuvieron presentes el vicepresidente Joe Biden, el consejero de seguridad nacional Tom Donilon, el asesor de Seguridad Nacional y Antiterrorismo John Brennan y el director para Oriente Medio y África del Norte Dan Shapiro, entre otros.
El comunicado difundido por la Casa Blanca tras la reunión no ofrece ninguna reacción del presidente a los nombramientos, indica que Obama "reiteró su objetivo de oponerse a la violencia y llamar a la moderación".
Además, subrayó "su apoyo a los derechos universales, y su respaldo a pasos concretos que hagan avanzar las reformas políticas en Egipto", tal y como expresó ayer en su conversación telefónica con Mubarak.
"Le dije que tiene la responsabilidad de dar sentido a sus palabras, de tomar pasos concretos y acciones que cumplan su promesa (de cambio). Todos los Gobiernos deben mantener el poder a través del consentimiento, no de la coerción", dijo Obama tras la llamada.
Con palabras similares reaccionó hoy a los cambios en Egipto el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Philip J. Crowley, quien pidió a Mubarak que no limite su promesa de cambio a meros cambios de gabinete.
"El Gobierno egipcio no puede remodelar la cubierta del barco y después quedarse quieto. Las palabras del presidente Mubarak que prometen reforma deben ser respaldadas por acciones", dijo Crowley en su cuenta de Twitter.
En Estados Unidos, donde hoy se vivieron multitudinarias manifestaciones contra Mubarak ante la sede de Naciones Unidas en Nueva York y la embajada de Egipto en Washington, no faltan las voces que piden a Obama un mensaje más claro contra el dirigente egipcio.
En un editorial titulado "Dejemos de respaldar a Mubarak", The Washington Post opinaba hoy que el Gobierno estadounidense "debería dejar los llamados a la reforma política y centrarse en preparar la implementación pacífica de la plataforma de la oposición".
Por el momento, la única acción concreta del Gobierno ha sido la de someter a revisión la ayuda que provee a Egipto, que asciende a 1.500 millones de dólares anuales.
En la reunión de hoy, que duró cerca de una hora, estuvieron presentes el vicepresidente Joe Biden, el consejero de seguridad nacional Tom Donilon, el asesor de Seguridad Nacional y Antiterrorismo John Brennan y el director para Oriente Medio y África del Norte Dan Shapiro, entre otros.
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