
Los estudiantes se han citado a través de Facebook y de Twitter y la protesta ha inundando las principales ciudades: desde Milán, Turín, Venecia hasta el sur del botín, pasando por Bolonia, Florencia, Pisa y Roma. En la capital, los jóvenes cercan el palacio de la Cámara baja, en la plaza de Montecitorio, que ha sido acordonada por la policía para evitar que la marcha alcance la puerta del Congreso (como pasó la semana pasada cuando la ley estaba en el Senado).
En los primeros días de las manifestaciones, la semana pasada, la protesta estudiantil alcanzó a los monumentos más emblemáticos del país y se suspendieron las clases en varias universidades. Los estudiantes, subidos a los tejados, han dado vida a una manifestación tan grande como todo el país. Hoy marchan y bloquean los cascos históricos de las ciudades y, como en Parma, las vías de ferrocarril. “Paralizamos el país para que se paralice este proyecto que quita dinero a la educación estatal”, era el lema que rebotaba esta mañana a la sobra del Duomo milanés.
Si los centros de las mayores ciudades están bloqueados, la política también está estancada alrededor de este proyecto de ley. El Gobierno durante la votación de las enmiendas ha sufrido dos reveses, quedándose en minoría en dos ocasiones. Otra traba a lo largo del trámite turbulento de la reforma propuesta que lleva el nombre de la ministra de Educación, Maristella Gelmini, siempre arropada por el primer ministro Silvio Berlusconi quien hoy exasperado, ha espetado, a los manifestantes: “¡Id a estudiar!”.
(Con información de El País)
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