Las
elecciones presidenciales pautadas por el Consejo Nacional Electoral para el 20
de mayo de 2018, continúan siendo asediadas por el imperialismo estadounidense,
por los sectores radicales de la oposición venezolana y aliados de la región, quienes
siguen al pie de la letra las instrucciones giradas por el gobierno
norteamericano para tales fines.
La
reunión del 14 de marzo de 2018, sostenida entre el candidato opositor Henri
Falcón, el representante del Gobierno venezolano ante la ONU Samuel Moncada y el
representante de Asuntos Políticos de la ONU Jeffrey Feltman; para solicitar la
asistencia de Naciones Unidas en las elecciones presidenciales, dieron como
resultado las siguientes lecturas:
Samuel
Moncada resaltó que la importancia de la reunión radicaba en que se podía
mostrar al mundo que los sectores del gobierno
y de la oposición pueden dialogar con Naciones Unidas o cualquier otro
Organismo Internacional para resolver sus diferencias en paz, el reconocimiento
de que existen sectores de la oposición
que están dispuestos a resolver los
problemas internos por la vía democrática y desmarcarse de la violencia,
además que el Gobierno del Presidente
Maduro ofrece todas las garantías para que los venezolanos puedan ejercer
su derecho al voto con total transparencia.
Por
su parte, el candidato opositor Henri Falcón también emitió declaraciones que
iban por el mismo camino de Moncada: “esta visita es parte de un conjunto de
iniciativas que hemos tomado para defender
la institución del voto y la participación ciudadana en el proceso electoral,
convencidos de que el pueblo de Venezuela merece un cambio de gobierno y de
modelo político, en paz y por la vía constitucional,” dijo Falcón.
Como
se ve, Falcón también hace llamados a dirimir las diferencias de los venezolanos
por las vías pacíficas, es por ello que su discurso se enfoca en convencer a los opositores abstencionista
que el camino electoral es mejor que el camino de la violencia.
Luego
de efectuada la reunión se conoció por declaraciones del portavoz de Naciones
Unidas, José Luis Díaz, que la ONU
estudia el envío a Venezuela de una
delegación para analizar la preparación de las elecciones presidenciales
del 20 de mayo, la cual según Falcón, permitirá a la ONU ofrecer “un
diagnóstico real y objetivo de cuál es la condición del país”, es decir,
todavía no hay una aceptación del proceso electoral venezolano por parte del
organismo, pero dejan la puerta abierta para que se amplíen todavía más las
condiciones electorales que ya la oposición había pactado con el Gobierno.
Sin
embargo, en Venezuela las reacciones negativas no se hicieron esperar, otro de
los candidatos, Javier Bertucci, repentinamente comenzó a dudar de las
condiciones electorales que ya había aceptado ante el país, y en una entrevista
que ofreció a Unión Radio dijo que iba a solicitar al CNE igualdad de
condiciones con los testigos electorales.
Asimismo,
durante la conformación del “Frente Amplio Venezuela Libre”, en las que figuras
de la vieja política como Ramón Guillermo Aveledo, Henry Ramos Allup, Omar
Barboza, Henrique Capriles, Tomás Guanipa, Lilian Tintori, entre otros, se
reciclan y otra vez quieren simular que son lo nuevo, que son el cambio que
merece Venezuela, cuando en realidad se trata de reconstituir a la extinta Mesa
de Unidad Democrática, que también había sustituido a la llamada Coordinadora
Democrática. Aveledo, quién tomo la palabra en representación de los partidos
políticos, continúo interpretando el libreto que le facilitó Washington para
sabotear las presidenciales, asegurando que las mismas no son elecciones verdaderas sino que se tratan de un simulacro
electoral, sin descartar la posibilidad que Henri Falcón retire su
candidatura presidencial.
Cabe
destacar que bajo la máscara de “lograr
condiciones electorales justas que permitan cambiar al Gobierno”, el
denominado Frente Amplio comenzó a realizar reuniones para “organizar a los
trabajadores, estudiantes, empresariado, partidos políticos y sindicatos”, para
definir las “próximas convocatorias a protestas y manifestaciones pacíficas”,
es decir, pretenden reactivar el escenario que vivimos los venezolanos durante los
meses de abril, mayo, junio y julio del año pasado, cuando con los mismos
argumentos la oposición venezolana ocasionó cuantiosos daños materiales a
bienes públicos y privados, llenaron al país de violencia con 36 personas
quemadas vivas y más de 170 venezolanos fallecidos.
A
escala internacional la designación del antiguo director de la CIA, Mike Pompeo,
como nuevo Secretario de Estado, en sustitución de Rex Tillerson, no ofrece
buenos augurios para conseguir la paz del país, sino que más bien otorga un
espaldarazo a las acciones conspirativas en contra del Gobierno venezolano.
Aun
cuando la amplia mayoría del país está de acuerdo en que los venezolanos
dirimamos nuestras diferencias en paz, por la vía democrática y electoral, como
lo revelan la mayoría de las encuestas. No obstante, una minoría opositora que
no siente confianza en su poder de convocatoria para participar en las
elecciones presidenciales del 2018, considera que el momento es oportuno para
intentar una nueva aventura golpista, ya que la reelección del Presidente
Maduro lo consolidaría en el poder por lo menos 6 años más.
En
este sentido, según informaciones que se desprenden de los organismos de
seguridad del Estado, se ha detectado un nuevo plan conspirativo que marcha en
paralelo con el proceso electoral, con el auspicio del gobierno de Estados
Unidos, la Unión Europea y el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos; que
tiene como objetivos ocasionar el caos en las principales ciudades del país a
través de actos terroristas contra el servicio eléctrico nacional y otros
servicios públicos, así como la cooptación de militares de la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana que le sirvan para dar el golpe de Estado final.