15 de sept. 2010.-En el ejército israelí, no hay castigo para quien mata a un civil palestino. En la mayoría de los casos, ni siquiera hay una investigación. Según un informe de la ONG israelí B'tselem, la impunidad promueve una actitud de "gatillo fácil" entre las tropas del Estado judío, que saben que nadie va a escarbar en los hechos para aclararlos.
Tras la declaración de los territorios palestinos ocupados como Zona de Conflicto Armado al comienzo de la segunda intifada en el año 2000, la Oficina del Abogado Militar dejó de investigar las muertes de civiles palestinos y, según B'tselem, sólo estudia casos excepcionales. De las 148 denuncias presentadas por la organización (relativas a 288 muertes), sólo en 22 se ha abierto una investigación. Una treintena fue rechazada y el resto está en un limbo en el que el ejército israelí simplemente declina responder.
"En la práctica, la definición de Zona de Conflicto Armado otorga inmunidad a las tropas. Los soldados que matan a palestinos no involucrados en el conflicto casi nunca son responsabilizados", explicó a Público Sarit Michaeli, portavoz de B'tselem.
Que no se investigue automáticamente y se ralenticen los procesos cuando los hay, "hace que se dispare con mayor facilidad y que haya un gran desprecio hacia la vida humana por parte de los soldados", añade Michaeli.
Entre 2006 y 2009, las tropas israelíes han matado a 1.510 palestinos, de los cuales 617 no estaban involucrados en la violencia. A esa cifra hay que sumar los 1.400 muertos de la ofensiva militar contra Gaza conocida como operación Plomo Fundido.
El domingo, soldados israelíes mataron en Gaza a un pastor de 91 años, a su nieto de 17 y a otro palestino de 20. Un portavoz militar declaró que "si un pastor está al lado de un lanzador de cohetes a punto de atacar, no es un civil inocente". Ayer, el general de brigada Eyal Eisenberg reconocía en la radio militar que los tres eran inocentes, aunque remarcaba que "uno cogió munición del suelo y apuntó a las fuerzas israelíes, que devolvieron el fuego como se espera de ellas. Cuando alguien viene a matarte, mata tu primero".
Tras la declaración de los territorios palestinos ocupados como Zona de Conflicto Armado al comienzo de la segunda intifada en el año 2000, la Oficina del Abogado Militar dejó de investigar las muertes de civiles palestinos y, según B'tselem, sólo estudia casos excepcionales. De las 148 denuncias presentadas por la organización (relativas a 288 muertes), sólo en 22 se ha abierto una investigación. Una treintena fue rechazada y el resto está en un limbo en el que el ejército israelí simplemente declina responder.
"En la práctica, la definición de Zona de Conflicto Armado otorga inmunidad a las tropas. Los soldados que matan a palestinos no involucrados en el conflicto casi nunca son responsabilizados", explicó a Público Sarit Michaeli, portavoz de B'tselem.
Que no se investigue automáticamente y se ralenticen los procesos cuando los hay, "hace que se dispare con mayor facilidad y que haya un gran desprecio hacia la vida humana por parte de los soldados", añade Michaeli.
Entre 2006 y 2009, las tropas israelíes han matado a 1.510 palestinos, de los cuales 617 no estaban involucrados en la violencia. A esa cifra hay que sumar los 1.400 muertos de la ofensiva militar contra Gaza conocida como operación Plomo Fundido.
El domingo, soldados israelíes mataron en Gaza a un pastor de 91 años, a su nieto de 17 y a otro palestino de 20. Un portavoz militar declaró que "si un pastor está al lado de un lanzador de cohetes a punto de atacar, no es un civil inocente". Ayer, el general de brigada Eyal Eisenberg reconocía en la radio militar que los tres eran inocentes, aunque remarcaba que "uno cogió munición del suelo y apuntó a las fuerzas israelíes, que devolvieron el fuego como se espera de ellas. Cuando alguien viene a matarte, mata tu primero".
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