Los manifestantes exigieron una nueva huelga general para paralizar los recortes sociales dictados por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional y ejecutados por Zapatero.
Además, los sindicatos convocantes, criticaron a los dirigentes de las centrales obreras mayoritarias del país, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), por ceder ante los intereses de un Gobierno español “vendido” al capital privado, en referencia a las negociaciones que llevan a cabo actualmente ambos sindicatos con el Gobierno y el empresariado del país.
La marcha se ha iniciado a las cinco de la tarde en la Plaza de Sants y ha finalizado en Vía Layetana cuando un grupo de manifestantes ha ocupado un edificio que se encontraba en desuso desde hacia un tiempo y ha desplegado una gran pancarta en su fachada donde llamaba a fortalecer la movilización social contra las medidas neoliberales que pretende imponer el Gobierno.
Tras esa acción reivindicativa, la policía ha reprimido a los manifestantes cargando contra ellos y dispersándolos. Un grupo de 400 personas se ha quedado dentro del edificio ocupado y hacia la medianoche los antidisturbios han entrado y los han desalojado.
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