Pakistán, agosto 14 - El primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani,
dijo hoy que las peores inundaciones de la historia en el país dejaron
hasta ahora 20 millones de desplazados.
La cifra sobrepasa los
cálculos de Naciones Unidas, que cifró en 14 millones los damnificados.
“Las
lluvias torrenciales y las devastadoras inundaciones dejaron a 20
millones de personas sin hogar y destruyeron las cosechas, así como
depósitos y tiendas de comida por valor de miles de millones de
dólares”, dijo Gilani en un discurso televisado y dirigido a la nación,
que hoy conmemora su 63 aniversario de independencia.
“Además han
destruido puentes, infraestructuras de comunicación y redes de
suministro energético”, citó DPA.
Los muertos son casi 1.500
Las
inundaciones en Pakistán, con más de 176 millones de habitantes,
dejaron ya 1.384 muertos y más de 1.600 heridos. Más de 730.000 casas
han quedado destruidas, dijo Gilani.
Entre tanto, se espera que
esta noche llegue al país el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Mañana está previsto que se reúna con representantes del gobierno y que
visite las zonas más afectadas.
El presidente Asif Ali Zardari
canceló una ceremonia en el palacio presidencial por la fiesta nacional,
que se celebra hoy, y visitó en su lugar a las víctimas de las
inundaciones en las provincias de Punjab y Kyber Pajtunjwa.
“Cumpliremos
todos sus deseos y construiremos nuevas casas, nuevas localidades, un
nuevo Pakistán”, dijo a los afectados en el distrito de Nowshera, uno de
los más golpeados.
También el Ejército canceló los actos por la
independencia y anunció que donará a los afectados los fondos previstos
para esas celebraciones.
Incidentes por la demora en la ayuda
Sin
embargo, la frustración de la población por la lenta respuesta y la
demora en la llegada de las ayudas generó hoy los primeros incidentes.
Un
grupo de desplazados enfurecidos saqueó varios vehículos de una
organización de ayuda, obligando a los organizadores a suspender la
operación en el distrito de Muzaffargarth, provincia de Punjab.
Muchos
refugiados que viven en campamentos en las afueras de la ciudad se
quejaron por la falta de comida. La situación se agrava día a día, según
los medios.
Gilani apeló a la ayuda internacional: “Llamo a la
comunidad internacional a tender una mano de asistencia para compatir
los efectos de esta calamidad. Es razonable esperar que el mundo esté
con nosotros en las palabras y los hechos”.
Entre tanto, los
primeros casos de cólera aumentaron los temores a una epidemia, si bien
organizaciones como Médicos Sin Fronteras pidieron cautela. “Se dan
casos de cólera, pero por el momento no tenemos cifras alarmantes”, dijo
a la agencia dpa Tankred Stöbe, presidente del departamento alemán de
la ONG.
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