Por:
Harrys Velásquez
Como
en casi todas las elecciones presidenciales latinoamericanas, caribeñas y hasta
en algunas europeas como las de España y Portugal, la situación política en
Venezuela ha venido jugando un importante papel a la hora de hacer campaña
electoral por lo menos en los últimos 10 años, sobre todo con los candidatos de
la derecha quienes han manipulando la figura del Comandante Hugo Chávez y ahora
del Presidente Nicolás Maduro para promover sus propias candidaturas,
deslegitimar la imagen del Gobierno venezolano, invisibilizar sus logros
sociales y negar su impacto positivo en los países de la región.
Las
elecciones presidenciales del pasado domingo en Colombia son una muestra de lo
expuesto anteriormente. La campaña electoral, aunque si bien tuvo sus propios
matices donde se reflejaron los problemas internos que solo son pertinentes a
los colombianos, gran parte de la campaña electoral estuvo enfocada en la
situación política y económica por la que atraviesa Venezuela, siempre siendo
manipulada y descontextualizada de la verdadera realidad de nuestro país,
negando la bondades sociales de la Revolución Bolivariana e invisivilizando los
problemas que en gran medida son introducidos en Venezuela desde la frontera
colombiana como son el contrabando de extracción (alimentos, medicinas,
billetes, gasolina), el paramilitarismo, el narcotráfico, entre otros.
“Vote para que Colombia no sea otra
Venezuela” es uno de los mensaje que se podía leer en una inmensa
valla publicitaria de las inmediaciones de la autopista que está en la vía al
aeropuerto José María Córdova de Medellín. Mensajes como este fueron replicados
a lo largo y ancho de Colombia y utilizados además para empañar la candidatura
de Gustavo Petro, candidato que enfrentó al presidente electo y a quien se
relacionó mediáticamente con el chavismo para hacerle creer a los colombianos
que de ser este el ganador de las presidenciales, haría que la situación
política y económica de Colombia terminaría siendo como la que estamos
atravesando en Venezuela. Aunque en nuestro país somos millones los que sabemos
que la mayor parte de la crisis es inducida por factores externos con la
aplicación de bloqueos, sanciones económicas y financieras ilegales que utiliza
el imperialismo norteamericano para debilitar al Gobierno del Presidente
Maduro, y que son respaldada por políticos y empresarios apátridas que una vez
más ven la oportunidad de jugar a la desestabilización política y hacerse del
poder de manera antidemocrática sin respetar las reglas del juego.
El
nuevo presidente electo de Colombia, Iván Duque, proviene del conservador partido
uribista y es ficha del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien es
abiertamente declarado antichavista y ha procurado por todos los medios,
incluyendo el militar, influir e intervenir en los asuntos internos de los
venezolanos.
Es
público notorio y comunicacional las reuniones en el Puente Internacional Simón
Bolívar en la frontera colombo-venezolana, previo a las elecciones del pasado
domingo en Colombia, realizada entre la acérrima antichavista María Corina
Machado y el nuevo presidente colombiano Iván Duque. En el encuentro Duque
ratificó su compromiso con la oposición venezolana para erradicar lo que para
su juicio es “la dictadura” y “la opresión” del Gobierno del Presidente Nicolás
Maduro, lo que a todas luces es un acto de agravio que daña las relaciones
diplomáticas entre los dos países antes de iniciar su mandato.
Aun
cuando en elecciones presidenciales de Colombia existen datos que pudieran
cuestionar los resultados, al menos mediáticamente si se utilizan los mismos
parámetros que utilizaron los medios y la oposición venezolana para cuestionar
las elecciones en Venezuela y al sistema electoral, tales como: la gran
cantidad de denuncias de fraude, compra de votos, presentación de copias del
tarjetón de votación, impedimentos a los electores pro Petro para que participaran,
inconsistencias en las actas de totalización, la abstención que alcanzó más del
46% según los resultados preliminares, entre otros. Sin embargo, los resultados
fueron ampliamente celebrados por líderes de la oposición antichavista en
Venezuela.
Los
dirigentes antichavistas como María Corina Machado, el excandidato presidencial
Henri Falcón, los prófugos de la justicia venezolana Antonio Ledezma y Lester
Toledo, y los fundamentalistas de derecha Tomás Guanipa y Delsa Solorzano, la
gobernadora del estado fronterizo del Táchira Laidy Gómez, entre otros, tienen
en común haber emitido opiniones a través de la red social Twitter exaltando el
sistema electoral colombiano, la supuesta transparencia de los resultados, la
presunta imparcialidad del ente electoral colombiano, el carácter democrático
de los comicios y especialmente la ayuda que pueda prestar a la oposición
venezolana el nuevo presidente colombiano para seguir intentando derrocar al
Gobierno venezolano.
En
contraposición, estos mismos personajes habían manifestado todo lo contrario
del proceso electoral venezolano, cuestionando la credibilidad e imparcialidad
del Consejo Nacional Electoral, la transparencia del resultado, las garantías
del proceso comicial, entre otros, muy a pesar de que es ampliamente conocido
en todo el mundo que el Sistema Electoral Venezolano es uno de los mejores del
planeta.
Es
por ello que los venezolanos debemos estar alertas, ya el presidente Nicolás
Maduro ha dado señales de advertencia a nuestra Fuerza Armada Nacional
Bolivariana de que el actual gobierno de Juan Manuel Santos pretende dejar la
Casa de Nariño y traspasar la presidencia al nuevo gobernante uribista Iván
Duque, con resquebrajamiento de las relaciones bilaterales entre Colombia y
Venezuela, utilizando una provocación de carácter militar fronterizo que sea
capaz de justificar la posibilidad de una intervención militar extranjera en
contra del suelo patrio.
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