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jueves, 22 de marzo de 2018

EL ASEDIO CONTRA LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES 2018



Las elecciones presidenciales pautadas por el Consejo Nacional Electoral para el 20 de mayo de 2018, continúan siendo asediadas por el imperialismo estadounidense, por los sectores radicales de la oposición venezolana y aliados de la región, quienes siguen al pie de la letra las instrucciones giradas por el gobierno norteamericano para tales fines.

La reunión del 14 de marzo de 2018, sostenida entre el candidato opositor Henri Falcón, el representante del Gobierno venezolano ante la ONU Samuel Moncada y el representante de Asuntos Políticos de la ONU Jeffrey Feltman; para solicitar la asistencia de Naciones Unidas en las elecciones presidenciales, dieron como resultado las siguientes lecturas:

Samuel Moncada resaltó que la importancia de la reunión radicaba en que se podía mostrar al mundo que los sectores del gobierno y de la oposición pueden dialogar con Naciones Unidas o cualquier otro Organismo Internacional para resolver sus diferencias en paz, el reconocimiento de que existen sectores de la oposición que están dispuestos a resolver los problemas internos por la vía democrática y desmarcarse de la violencia, además que el Gobierno del Presidente Maduro ofrece todas las garantías para que los venezolanos puedan ejercer su derecho al voto con total transparencia.

Por su parte, el candidato opositor Henri Falcón también emitió declaraciones que iban por el mismo camino de Moncada: “esta visita es parte de un conjunto de iniciativas que hemos tomado para defender la institución del voto y la participación ciudadana en el proceso electoral, convencidos de que el pueblo de Venezuela merece un cambio de gobierno y de modelo político, en paz y por la vía constitucional,” dijo Falcón.  

Como se ve, Falcón también hace llamados a dirimir las diferencias de los venezolanos por las vías pacíficas, es por ello que su discurso se enfoca en convencer a los opositores abstencionista que el camino electoral es mejor que el camino de la violencia.

Luego de efectuada la reunión se conoció por declaraciones del portavoz de Naciones Unidas, José Luis Díaz, que la ONU estudia el envío a Venezuela de una  delegación para analizar la preparación de las elecciones presidenciales del 20 de mayo, la cual según Falcón, permitirá a la ONU ofrecer “un diagnóstico real y objetivo de cuál es la condición del país”, es decir, todavía no hay una aceptación del proceso electoral venezolano por parte del organismo, pero dejan la puerta abierta para que se amplíen todavía más las condiciones electorales que ya la oposición había pactado con el Gobierno.
Sin embargo, en Venezuela las reacciones negativas no se hicieron esperar, otro de los candidatos, Javier Bertucci, repentinamente comenzó a dudar de las condiciones electorales que ya había aceptado ante el país, y en una entrevista que ofreció a Unión Radio dijo que iba a solicitar al CNE igualdad de condiciones con los testigos electorales.

Asimismo, durante la conformación del “Frente Amplio Venezuela Libre”, en las que figuras de la vieja política como Ramón Guillermo Aveledo, Henry Ramos Allup, Omar Barboza, Henrique Capriles, Tomás Guanipa, Lilian Tintori, entre otros, se reciclan y otra vez quieren simular que son lo nuevo, que son el cambio que merece Venezuela, cuando en realidad se trata de reconstituir a la extinta Mesa de Unidad Democrática, que también había sustituido a la llamada Coordinadora Democrática. Aveledo, quién tomo la palabra en representación de los partidos políticos, continúo interpretando el libreto que le facilitó Washington para sabotear las presidenciales, asegurando que las mismas no son elecciones verdaderas sino que se tratan de un simulacro electoral, sin descartar la posibilidad que Henri Falcón retire su candidatura presidencial.

Cabe destacar que bajo la máscara de “lograr condiciones electorales justas que permitan cambiar al Gobierno”, el denominado Frente Amplio comenzó a realizar reuniones para “organizar a los trabajadores, estudiantes, empresariado, partidos políticos y sindicatos”, para definir las “próximas convocatorias a protestas y manifestaciones pacíficas”, es decir, pretenden reactivar el escenario que vivimos los venezolanos durante los meses de abril, mayo, junio y julio del año pasado, cuando con los mismos argumentos la oposición venezolana ocasionó cuantiosos daños materiales a bienes públicos y privados, llenaron al país de violencia con 36 personas quemadas vivas y más de 170 venezolanos fallecidos.

A escala internacional la designación del antiguo director de la CIA, Mike Pompeo, como nuevo Secretario de Estado, en sustitución de Rex Tillerson, no ofrece buenos augurios para conseguir la paz del país, sino que más bien otorga un espaldarazo a las acciones conspirativas en contra del Gobierno venezolano.

Aun cuando la amplia mayoría del país está de acuerdo en que los venezolanos dirimamos nuestras diferencias en paz, por la vía democrática y electoral, como lo revelan la mayoría de las encuestas. No obstante, una minoría opositora que no siente confianza en su poder de convocatoria para participar en las elecciones presidenciales del 2018, considera que el momento es oportuno para intentar una nueva aventura golpista, ya que la reelección del Presidente Maduro lo consolidaría en el poder por lo menos 6 años más.

En este sentido, según informaciones que se desprenden de los organismos de seguridad del Estado, se ha detectado un nuevo plan conspirativo que marcha en paralelo con el proceso electoral, con el auspicio del gobierno de Estados Unidos, la Unión Europea y el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos; que tiene como objetivos ocasionar el caos en las principales ciudades del país a través de actos terroristas contra el servicio eléctrico nacional y otros servicios públicos, así como la cooptación de militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que le sirvan para dar el golpe de Estado final. 

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