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miércoles, 28 de febrero de 2018

ALERTA DE GOLPE DE ESTADO EN VENEZUELA O DE INVASIÓN MILITAR EXTRANJERA.


El pasado domingo 18 de febrero de 2018 le escuché decir al experimentado periodista José Vicente Rangel, durante la transmisión de su programa José Vicente Hoy que se difunde por la señal de Televen, que “vivimos tiempos de Judas”. Tal aseveración resultó luego de haberse preguntado si existía la posibilidad de que nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) diera un golpe de Estado contra el Presidente Nicolás Maduro, dada la concepción sobre la lealtad y la soberanía nacional que rige a los militares venezolanos; o que en su defecto, existiera la posibilidad de una invasión militar norteamericana a nuestro país “tal como se encuentra planeado por el Pentágono estadounidense”.
Suponemos que la alarma de José Vicente Rangel deviene de la gira por Latinoamérica realizada por el Secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson, quien adoptó un discurso injerencista sobre Venezuela por los países con gobiernos antichavistas de la región, cartelizados en el llamado Grupo de Lima, caracterizando al gobierno revolucionario como un “régimen corrupto y hostil” e instigando a la FANB a dar un golpe de Estado contra el Presidente Nicolás Maduro. En este sentido Tillerson señaló que “en la historia de Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo”, dijo.
Estas denuncias fueron ratificadas por José Vicente Rangel consecutivamente en su programa del 25 de febrero de 2018, en el cual aseguró que parte de la estrategia del gobierno norteamericano para cercar a la Revolución Bolivariana fue impedir que la oposición suscribiera los acuerdos suscitados en los diálogos por la paz realizados en República Dominicana, para impedir la participación y una eventual derrota de la oposición en las elecciones presidenciales de abril de 2018, dada las grandes posibilidades abstencionistas de su militancia y para “dejar abierta la puerta a un golpe militar en el cual existe un trabajo en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, o la invasión del territorio nacional por una Fuerza Armada Multinacional”.
No obstante, el mismo Rangel sostiene que en los medios donde se realizan los análisis sobre las salidas a la situación del país designan pocas probabilidades al golpe militar de oposición, dado el alto grado de politización de nuestra FANB, la fortaleza moral y cohesión del alto mando militar venezolano y a la realidad existente en la unión cívico-militar entre el pueblo y la institución castrense.
En cuanto a la posibilidad de invasión de nuestro territorio por parte de una Fuerza Armada Multinacional, dirigida por los gringos con la participación de efectivos españoles, colombianos, argentinos, entre otros; Rangel también señaló que los análisis indican una gran dificultad para su conformación, dada la reacción negativa que ocasionaría a escala mundial y por el rechazo que suscitaría en la opinión pública de las naciones participantes.   
Sin embargo, también el Presidente Nicolás Maduro hace un llamado al pueblo venezolano a mantenerse alerta con las intenciones golpistas de la derecha venezolana. El pasado 22 de abril, a través de las redes sociales: Twitter y Facebook Live, el Mandatario ratificó su disposición de medirse en las elecciones presidenciales adelantadas para el primer cuatrimestre del año 2018, las cuales habían estado siendo solicitadas insistentemente por la oposición venezolana durante gran parte del año 2017 y que ahora después de que Julio Borges recibiera una llamada desde Bogotá, donde se encontraban reunidos Rex Tillerson y el presidente colombiano Juan Manuel Santos, decidieron sabotear al no presentar candidatos para la competencia electoral.
En este contexto, el Presidente Maduro señaló que toda Venezuela sabe que mientras haya más elecciones entonces habrá mayor democracia, y se preguntó ¿Qué quiere la MUD? ¿si la oposición no va a elecciones, hacia dónde va? ¿van a dar un golpe de Estado para asumir la presidencia?. Pero para dar un golpe de Estado necesitan militares, decimos nosotros, entre otras cosas tales como el apoyo popular que respalde un hipotético gobierno de derecha en Venezuela, una vez que hayan arrebatado el poder al chavismo. ¿Habrá militares comprometidos con la derecha venezolana para dar el golpe? ¿tienen la suficiente fuerza para hacerlo? Son las interrogantes que nos hacemos y dejamos en el aire.
La denuncia sobre la posibilidad del golpe de Estado contra el Presidente Maduro no queda ahí. También la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, se pronunció sobre las amenazas contenidas en el discurso del encargado de negocios de EE.UU. en Caracas, Todd Robinson, quien ante una pregunta realizada por el periodista Pedro Pablo Peñaloza para el portal RunRunes, sobre las declaraciones de Tillerson en torno a las veces que el Ejército pudiera ser un agente de cambio en la política de un país, destacó que “el sector militar tiene mucha influencia en el futuro de Venezuela” y daba la bienvenida a su intervención “para generar un ambiente más confiable”.
En este sentido, Rodríguez aseguró que el funcionario estadounidense promueve el golpe de Estado en Venezuela y desde la Asamblea Nacional Constituyente se está tomando nota de estas declaraciones injerencistas que configuran “graves violaciones al derecho internacional”.
Ahora bien, no solo desde el chavismo existen denuncias sobre la posibilidad de un golpe de Estado en Venezuela. También desde la Asamblea Nacional en desacato, se emitió un comunicado el 22 de abril de 2018 en contra de la propuesta de adelantar las elecciones del ente legislativo donde la oposición es mayoría, calificando la iniciativa del Presidente Maduro como una arbitrariedad que “pretende acabar con el último vestigio democrático” del país.
Cabe destacar que la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, informó sobre la imposibilidad de llevar a cabo conjuntamente las elecciones Presidenciales, las elecciones de la Asamblea Nacional, las elecciones de los Consejos Legislativos y Concejos Municipales en la misma fecha, echando por tierra las tesis opositoras sobre la supuesta concentración de poderes en manos del Presidente Maduro y que más bien los únicos que han fomentado golpe de Estado contra los gobiernos revolucionarios legítimamente constituidos, primero del Comandante Chávez y ahora del Presidente Maduro, ha sido la oposición venezolana con la protección y auspicio de los factores imperialistas estadounidenses y otras potencias, que aun siendo descubiertos nunca lo han reconocido.    

miércoles, 21 de febrero de 2018

EL SABOTAJE A LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES 2018

Foto: Noticia Al Día y La Hora
Aun cuando es público y notorio que los dirigentes de la oposición venezolana y sus aliados de la derecha internacional, durante gran parte del año 2017 hicieron múltiples llamados para que el Gobierno Nacional adelantara las elecciones presidenciales, hoy nuevamente dan muestras de las profundas contradicciones discursivas que existen en el seno de llamada Unidad antichavista y que sus intenciones no son democráticas, aunque son enmascaradas con un discurso grandilocuente sobre la democracia, los derechos civiles y políticos, la alternancia del poder, etc.; sino que más bien están encaminadas a utilizar las vías anticonstitucionales y violentas, para arrebatar al chavismo el poder político que ejerce el Presidente Nicolás Maduro a nombre del pueblo venezolano desde el año 2013 y que ejercerá una vez reelecto para el período presidencial 2019-2025.

Eso queda demostrado con la nueva patada a la mesa de diálogo que Julio Borges le dio en República Dominicana, después de recibir una llamada telefónica desde Bogotá, dónde se encontraban reunidos el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el Secretario del Departamento de Estado de EE.UU. Rex Tillerson, justamente cuando todo estaba listo para firmar el acuerdo por la paz y la convivencia venezolana auspiciado por el Presidente de República Dominicana, Danilo Medina, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y los cancilleres de México, Chile, Paraguay, Bolivia y Nicaragua.

¿Quién puede pensar que esta gira de Tillerson por Latinoamérica es casual?, yo no lo creo. El mensaje del funcionario estadounidense, durante su periplo por los países de la región con gobiernos antichavistas, tuvo dos aristas importantes en un discurso dirigido a los organismos internacionales (OEA y Grupo de Lima), la comunidad hispanohablante de EE.UU. y el resto de la región, y la FANB: primero para resaltar que no legitimarían las elecciones presidenciales del 2018 en Venezuela, a menos que estas no brindaran “garantías electorales para la oposición”, es decir, que el Gobierno compita en desventaja con la oposición; y segundo, señalar que Venezuela vive una “crisis humanitaria” a causa de un “gobierno dictatorial”, “hostil”, “corrupto”, que “dilapidó los recursos” de un “país rico” para hacerlo un “país pobre”. Con estos argumentos Tillerson buscaba apoyo político y justificaba así la posible intervención en Venezuela.

Bajo este contexto, Tillerson sin ningún tapujo exhortó a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a dar un golpe de Estado y derrocar al presidente legítimamente constituido: “En la historia de Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo”, dijo.               

Este escenario ya era visualizado al inicio del año por el Presidente Maduro. Durante el Mensaje Anual a la Nación el 15 de enero de 2018, advirtió que la oposición venezolana estaba “tramando una jugada para retirarse de las elecciones presidenciales”, que tendrán lugar el 22 de abril de los corrientes, según él llamado realizado por el CNE a petición de la Asamblea Nacional Constituyente.

Inmediatamente después de que Tillerson llamara a la FANB a dar un golpe de Estado contra el Presidente Maduro, se sumó el Senador Republicano por La Florida Marcos Rubio, quien manipulando el discurso de nuestro Libertador dijo que “siempre es noble conspirar contra la tiranía” y en un mensaje lleno de odio llamó abiertamente a los militares a “restablecer la democracia mediante la eliminación del dictador”. A esta sobrevenida manipulación del discurso libertario se unió la voz del presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien como caja de resonancia a las líneas dictadas desde Washington citó que "una de las principales causas de los desastres en que se veía envuelta la República era la escandalosa dilapidación de sus fondos públicos”.

Como se puede ver, no es casual que las acusaciones de Tillerson y Rubio contra el Gobierno venezolano tengan eco en la postura de Santos, quien ahora vende su gestión en Colombia como comprometida en la lucha contra la corrupción, de esa manera justifican el redireccionamiento de los recursos que según Tillerson, EE.UU. podría disponer para ayudar a Colombia a enfrentar la “crisis humanitaria en Venezuela”, es decir, los dólares de EE.UU. para desestabilizar Venezuela ahora irán a Colombia para que pueda “soportar el peso de la crisis venezolana”, ¿Cómo tomará la oposición venezolana que parte de los dólares que EE.UU. tenía destinado para ellos ahora se los llevará el gobierno colombiano?.

Mientras tanto, en Venezuela los precandidatos de la oposición ya dan muestras de seguir al pie de la letra los mandatos del imperialismo estadounidense para sabotear las elecciones presidenciales. Andrés Velásquez fue el primero en decir que retiraba su candidatura por “falta de garantías electorales”. También se pudo conocer a través de algunos diarios de derecha que Lorenzo Mendoza no está interesado en participar en la competencia electoral, mientras que Henri Falcón y Henry Ramos Allup todavía no descartan ser los abanderados de la oposición, pero no participarían en las elecciones sin el respaldo de la llamada Unidad.   

La respuesta del Gobierno Bolivariano y del Presidente Nicolás Maduro han sido siempre consecuente con el llamado a la paz, al diálogo y el entendimiento, pero siempre firme en sus convicciones para enfrentar la arremetida nacional e internacional en contra de su imagen y su gestión de gobierno. Por un lado llamó a los revolucionarios a respetar todos los puntos del acuerdo comprometidos en República Dominicana, y en torno a las garantías electorales solicitadas por la oposición consintió la observación internacional, aperturar el consulado de Miami y todos los consulados de Venezuela en el mundo para que los venezolanos en exterior puedan inscribirse en el registro electoral.

Por otra parte, denunció ante la comunidad internacional del falso positivo que están creando desde Colombia con el entrenamiento de algunos disociados venezolanos, para ser utilizados en ataques simulados como si fueran miembros del ejército venezolano y de esta manera el Pentágono y el Comando Sur de EE.UU. tengan la excusa necesaria para crear un conflicto armado entre Venezuela y Colombia. En este sentido instruyó al Ministro de Defensa G/J Vladimir Padrino López, reunirse con el Ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, aclarar el tema y desactivar lo más pronto posible este nuevo plan conspirativo.

Asimismo, aunque el Presidente Maduro admitió tener grandes diferencias políticas, éticas y de ser totalmente distinto en todos los aspectos de la vida al presidente colombiano Juan Manuel Santos, también reconoció que mientras Santos sea el presidente de Colombia y el sea el Presidente de Venezuela estaban obligados a reunirse por la paz de los dos países.    


LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE LA OPOSICIÓN

Tal como lo hicieron durante la campaña electoral para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre del año 2015, la oposición venezolana no basó su estrategia en un programa de gobierno positivo que diera al electorado suficientes razones para decidir que ellos eran la mejor alternativa frente a la situación económica del país. Al contrario, sus candidatos nunca mostraron su rostro y no ofrecieron ningún programa legislativo coherente que permitiera superar definitivamente la situación por la que atraviesa el país, es más pareciera que sus intenciones son seguir poniendo trabas a las posibles soluciones económicas que de una u otra manera implementa el Gobierno Bolivariano, para obtener así los réditos políticos que le faciliten la toma del poder.

En aquella oportunidad la promesa sin rostro de la oposición fue ofrecer a los venezolanos que si votaban por ellos entonces harían “la última cola”, y así como por arte de magia se suponía que todo volvería a la normalidad, que habría pleno abastecimiento de alimentos y a precios accesibles en todos los mercados municipales y en todas las cadenas de supermercados del país.

La verdad fue que con una mayoría opositora en la Asamblea Nacional todos los problemas económicos se exacerbaron, después que el chavismo lograra su recuperación política en el 2017, tras ganar la elección de la Asamblea Nacional Constituyente que logró pacificar al país luego de la implementación de actos terroristas -mal llamados guarimbas- impulsados por la oposición, ganar la mayoría de las gobernaciones en las elecciones regionales y de ganar la mayoría de las alcaldías ante la ausencia de los principales partidos políticos de la oposición.

Ahora bien, aunque el Gobierno del Presidente Maduro ha seguido impulsando la concertación y el diálogo por la paz con los factores políticos de la oposición y procurando soluciones acordadas con todos los sectores económicos y empresariales de la vida nacional. No obstante, esta oposición sigue dándole largas, semana tras semana, a los acuerdos mínimos con el Gobierno que permitan normalizar las relaciones políticas, mientras los empresarios, productores, comerciantes y distribuidores continúan sin hacer valer los precios acordados en los productos de primera necesidad, que hagan accesible la alimentación y medicamentos que necesita las grandes mayorías del pueblo venezolano.

En este contexto, todo parece indicar que la campaña presidencial de la oposición nuevamente estará enfocada en resaltar los problemas económicos del país, está vez ya no será “la última cola” sino que estará enfocada en la “hiperinflación”.

¿Y por qué iba a ser de otra manera si esta postura ya le ha dado ganancias políticas a la oposición venezolana?. Según la investigadora Pasqualina Curcio, desde el año 2002 los factores políticos y económicos adversos a la Revolución Bolivariana han emprendido una “Guerra Económica” que se intensifica cada vez que se inicia un proceso electoral, siendo esto posible ya que la propiedad de los medios de producción y distribución de productos se concentran en pocas manos, precisamente en las manos de quienes adversan al gobierno revolucionario.

Por otra parte está el apoyo internacional que la derecha venezolana recibe del imperialismo norteamericano y sus lacayos europeos. Ahora mismo el Secretario de Estado de EE.UU. Rex Tillerson (antiguo director ejecutivo de la transnacional del petróleo Exxon Mobil), se encuentra de gira por algunos países de América Latina, visitando gobiernos marcadamente antichavistas, tales como: México, Argentina, Perú y Colombia, así como una indefinida Jamaica en su postura política con Venezuela.

Tillerson al iniciar su gira por la región y en un descarado episodio de injerencia en los asuntos internos de los venezolanos, describió al Gobierno del Presidente Maduro como “un régimen corrupto y hostil que se aferra a un sueño falso y una visión anticuada para la región”, además instó al Presidente venezolano a “permitir elecciones libres, abiertas y democráticas y que le permita al pueblo tener una voz en su gobierno”. Asimismo, en un ejercicio de retórica y de exhortación a la violencia dijo que “en la historia de Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo”.

En este sentido, para develar las verdaderas intenciones del discurso del funcionario estadounidense apelamos a la conciencia de los venezolanos formulando las siguientes interrogantes:
·         ¿Cuál si no es el Socialismo del Siglo XXI impulsado por Hugo Chávez es el sueño falso del que habla Tillerson?
·         ¿En Venezuela no existen elecciones libres, abiertas y democráticas? Todas las realizadas con este CNE tienen auditoría previas, durante y después del proceso electoral debidamente avaladas por los mismos opositores que participan en ellas.
·         ¿Quiénes son los que auspician un nuevo golpe de Estado? Tal como en 2002 la oposición venezolana se esconde bajo las faldas del imperialismo norteamericano para lograr por la fuerza de la violencia, lo que no han podido lograr a través de los votos y del ejercicio de la democracia.

Asimismo, aunque algunos opositores ya han manifestado su interés en participar en las elecciones presidenciales, como: Henry Ramos Allup, Henri Falcón, Andrés Velásquez y Claudio Fermín; y otros sectores económicos aclaman la postulación del empresario Lorenzo Mendoza. Sin embargo, todo parece indicar, según las palabras del Presidente Maduro, que la oposición venezolana estaría siendo tentada por el imperialismo estadounidense para boicotear el proceso electoral al no presentarse en la elecciones presidenciales y llamar abiertamente a la abstención.

Compatriota no te dejes engañar, Venezuela es nuestra y tenemos que defenderla, somos los venezolanos los llamados a dirimir nuestras diferencias por la vía pacífica. El retardo de la negociación en la mesa de diálogo, el sabotaje y el llamado a la abstención de proceso electoral deja abierta la posibilidad para que en el país vuelvan a aparecer los violentos, la quema de personas vivas, la paralización de las empresas, negocios y comercios, los saqueos… No permitamos que nos quiten el país que nos dieron nuestros libertadores y que refundó el Comandante Chávez.