Tal
como lo hicieron durante la campaña electoral para las elecciones
parlamentarias del 6 de diciembre del año 2015, la oposición venezolana no basó
su estrategia en un programa de gobierno positivo que diera al electorado
suficientes razones para decidir que ellos eran la mejor alternativa frente a
la situación económica del país. Al contrario, sus candidatos nunca mostraron
su rostro y no ofrecieron ningún programa legislativo coherente que permitiera
superar definitivamente la situación por la que atraviesa el país, es más
pareciera que sus intenciones son seguir poniendo trabas a las posibles
soluciones económicas que de una u otra manera implementa el Gobierno
Bolivariano, para obtener así los réditos políticos que le faciliten la toma
del poder.
En aquella
oportunidad la promesa sin rostro de la oposición fue ofrecer a los venezolanos
que si votaban por ellos entonces harían “la
última cola”, y así como por arte de magia se suponía que todo volvería a
la normalidad, que habría pleno abastecimiento de alimentos y a precios
accesibles en todos los mercados municipales y en todas las cadenas de
supermercados del país.
La
verdad fue que con una mayoría opositora en la Asamblea Nacional todos los
problemas económicos se exacerbaron, después que el chavismo lograra su
recuperación política en el 2017, tras ganar la elección de la Asamblea
Nacional Constituyente que logró pacificar al país luego de la implementación
de actos terroristas -mal llamados guarimbas- impulsados por la oposición,
ganar la mayoría de las gobernaciones en las elecciones regionales y de ganar
la mayoría de las alcaldías ante la ausencia de los principales partidos
políticos de la oposición.
Ahora
bien, aunque el Gobierno del Presidente Maduro ha seguido impulsando la
concertación y el diálogo por la paz con los factores políticos de la oposición
y procurando soluciones acordadas con todos los sectores económicos y
empresariales de la vida nacional. No obstante, esta oposición sigue dándole
largas, semana tras semana, a los acuerdos mínimos con el Gobierno que permitan
normalizar las relaciones políticas, mientras los empresarios, productores,
comerciantes y distribuidores continúan sin hacer valer los precios acordados
en los productos de primera necesidad, que hagan accesible la alimentación y
medicamentos que necesita las grandes mayorías del pueblo venezolano.
En
este contexto, todo parece indicar que la campaña presidencial de la oposición
nuevamente estará enfocada en resaltar los problemas económicos del país, está
vez ya no será “la última cola” sino
que estará enfocada en la “hiperinflación”.
¿Y por
qué iba a ser de otra manera si esta postura ya le ha dado ganancias políticas
a la oposición venezolana?. Según la investigadora Pasqualina Curcio, desde el
año 2002 los factores políticos y económicos adversos a la Revolución Bolivariana
han emprendido una “Guerra Económica”
que se intensifica cada vez que se inicia un proceso electoral, siendo esto posible
ya que la propiedad de los medios de producción y distribución de productos se
concentran en pocas manos, precisamente en las manos de quienes adversan al
gobierno revolucionario.
Por
otra parte está el apoyo internacional que la derecha venezolana recibe del
imperialismo norteamericano y sus lacayos europeos. Ahora mismo el Secretario
de Estado de EE.UU. Rex Tillerson (antiguo director ejecutivo de la
transnacional del petróleo Exxon Mobil), se encuentra de gira por algunos
países de América Latina, visitando gobiernos marcadamente antichavistas, tales
como: México, Argentina, Perú y Colombia, así como una indefinida Jamaica en su
postura política con Venezuela.
Tillerson
al iniciar su gira por la región y en un descarado episodio de injerencia en
los asuntos internos de los venezolanos, describió al Gobierno del Presidente
Maduro como “un régimen corrupto y hostil que se aferra a un sueño falso y una
visión anticuada para la región”, además instó al Presidente venezolano a “permitir
elecciones libres, abiertas y democráticas y que le permita al pueblo tener una
voz en su gobierno”. Asimismo, en un ejercicio de retórica y de exhortación a
la violencia dijo que “en la historia de Venezuela y los países de América del
Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las cosas están
muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo”.
En
este sentido, para develar las verdaderas intenciones del discurso del
funcionario estadounidense apelamos a la conciencia de los venezolanos
formulando las siguientes interrogantes:
·
¿Cuál si no es el Socialismo del Siglo XXI impulsado
por Hugo Chávez es el sueño falso del que habla Tillerson?
·
¿En Venezuela no existen elecciones libres,
abiertas y democráticas? Todas las realizadas con este CNE tienen auditoría
previas, durante y después del proceso electoral debidamente avaladas por los
mismos opositores que participan en ellas.
·
¿Quiénes son los que auspician un nuevo golpe
de Estado? Tal como en 2002 la oposición venezolana se esconde bajo las faldas
del imperialismo norteamericano para lograr por la fuerza de la violencia, lo
que no han podido lograr a través de los votos y del ejercicio de la
democracia.
Asimismo,
aunque algunos opositores ya han manifestado su interés en participar en las
elecciones presidenciales, como: Henry Ramos Allup, Henri Falcón, Andrés
Velásquez y Claudio Fermín; y otros sectores económicos aclaman la postulación
del empresario Lorenzo Mendoza. Sin embargo, todo parece indicar, según las
palabras del Presidente Maduro, que la oposición venezolana estaría siendo
tentada por el imperialismo estadounidense para boicotear el proceso electoral
al no presentarse en la elecciones presidenciales y llamar abiertamente a la
abstención.
Compatriota
no te dejes engañar, Venezuela es nuestra y tenemos que defenderla, somos los
venezolanos los llamados a dirimir nuestras diferencias por la vía pacífica. El
retardo de la negociación en la mesa de diálogo, el sabotaje y el llamado a la
abstención de proceso electoral deja abierta la posibilidad para que en el país
vuelvan a aparecer los violentos, la quema de personas vivas, la paralización
de las empresas, negocios y comercios, los saqueos… No permitamos que nos
quiten el país que nos dieron nuestros libertadores y que refundó el Comandante
Chávez.
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