Al menos cuatro civiles muertos y tres heridos fue el resultado de un ataque perpetrado por las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el sureste de Afganistán, según reconoció este organismo a través de un comunicado.
El lamentable hecho se produjo este miércoles en el distrito afgano de Andar, situado en la provincia de Ghazni, durante un enfrentamiento entre soldados afganos y de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF por su sigla en inglés), administrada por la OTAN, contra un grupo de apenas ocho insurgentes que respondieron al ataque con armas cortas.
"Un equipo aéreo disparó para proteger a las tropas, pero (el proyectil) dio por accidente a un grupo de civiles desarmados, y causó cuatro muertos y tres heridos", reconoció la organización.
Como una manera de enmendar su fatal error, el director de comunicación de la ISAF, Greg Smith, ofreció a los familiares de las víctimas fallecidas durante el ataque una compensación.
Según la misiva, la ISAF abrió una investigación para conocer la verdad de lo sucedido.
De acuerdo a un estudio, difundido este mes por la comición de la Organización de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama, por su sigla en inglés), el número de civiles asesinados en la guerra afgana asciende a mil 271 sólo en el primer semestre del año en curso.
Estas bajas de civiles producto de las operaciones que la ISAF han sido duramente criticadas por el presidente afgano, Hamid Karzai, quien las califica como "inaceptables".
A principios de agosto, el nuevo jefe de las tropas internacionales en Afganistán, David Petraeus, exigió a sus fuerzas que confirmaran la ausencia de civiles en las áreas de combate antes de ordenar abrir fuego, pero esto no se ha cumplido.
El número total de soldados extranjeros que han perdido la vida en la guerra de Afganistán, desde la invasión liderada por Estados Unidos a fines de 2001, superó los dos mil el pasado mes de agosto.
La invasión en Afganistán empezó el 7 de octubre de 2001, con el nombre de Operación Libertad Duradera, y contó con la intervención de tropas estadounidenses y británicas.
El Gobierno estadounidense ha gastado alrededor de 600 mil millones de dólares en la Guerra de Irak y Afganistán, así como y en la seguridad de las 700 bases militares que poseen en 130 países del mundo.
Las llamadas "incursiones nocturnas" contra las casas de los afganos por parte de soldados extranjeros son un frecuente motivo de fricción entre el Gobierno y esta fuerza liderada por la OTAN.
La presencia de los 102 mil soldados de la OTAN y Estados Unidos en Afganistán se reducirá al parecer a partir de finales de 2011 en los lugares donde el Ejército y la policía afgana puedan asumir los controles.
teleSUR-Efe/dag-MFD
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