El
pasado domingo 22 de abril durante una entrevista en el programa de José
Vicente Rangel, el dirigente político del PSUV Francisco Ameliach sostuvo que para
tratar de impedir u obstaculizar las elecciones presidenciales del próximo 20
de mayo, el imperialismo estadounidense desarrolla una estrategia basada en los
siguientes pasos a saber:
1. Presionar
para que ningún candidato de los principales partidos de la oposición participe
en las elecciones presidenciales.
2. Producir
el peor escenario de participación electoral incrementando la guerra económica
y el sabotaje de los servicios públicos.
3. Lograr
el no reconocimiento de los resultados electorales por parte de la comunidad
internacional y profundizar el calificativo de dictadura, para lograr apoyos a
nuevas formas de agresión.
Aun
cuando Henri Falcón mantiene presencia en los medios y ha manifestado en varias
ocasiones que va a mantener su candidatura hasta el final de la contienda
electoral. No obstante, para Ameliach es posible que la presión nacional e internacional
hagan que Falcón desista de su candidatura presidencial.
De
acuerdo a la apreciación de Ameliach todas las encuestadoras del país hablan
que la candidatura del Presidente Nicolás Maduro supera el 52% de la intención
de votos, “las proyecciones de las encuestas muestran que prácticamente el
Presidente Maduro va a ganar las elecciones el próximo 20 de mayo, y por eso
parte de la oposición quiere deslegitimar el proceso electoral haciendo presión
para que Henri Falcón se retire de las elecciones presidenciales”, destacó.
Asimismo,
José Vicente Rangel resaltó que la actitud de los “sectores recalcitrantes” de
la oposición venezolana y el conjunto de gobiernos liderados por EE.UU., la
Unión Europea y el Grupo de Lima, ya tienen lista la promoción -a través del
poder mediático- de la descalificación del resultado electoral del próximo 20
de mayo.
La
campaña en contra del actual proceso electoral motorizada por la derecha, no cree
en un resultado electoral diferente a la victoria electoral del Presidente
Nicolás Maduro, lo cual constituye un reconocimiento a su debilidad intrínseca,
ya que si la derecha nacional e internacional estuvieran seguros del triunfo
opositor el 20 de mayo participaría en el proceso comicial en marcha y no
estaría descalificando el proceso y anunciando sin base alguna un “fraude
imposible de materializarse”, dijo Rangel en su editorial.
Manteniendo
la línea de Ameliach sobre la estrategia imperialista de impedir el normal
desarrollo de las elecciones presidenciales, el experimentado periodista señaló
que “no participar en las elecciones y anunciar prematuramente un fraude es
parte de la estrategia concebida en el exterior” y apoyada por grupos que
internamente están desesperados, con lo cual se persigue desatar la violencia.
Estos grupos no están con la democracia, no están conectados con el respeto a
las instituciones sino en la línea golpista y de destrucción del Estado
democrático y de Derecho.
Volviendo
a los pasos de la estrategia imperialista para impedir las elecciones, podemos
observar que los pasos 2 y 3 han venido manifestándose y se han vuelto una realidad
cotidiana a medida que se acerca la fecha de las elecciones. Justamente antes
de dar inicio oficial a la campaña electoral presidencial, se intensifica la
guerra económica que el imperialismo estadounidense y sus lacayos venezolanos sostienen
contra el país a través del continuo incremento de los precios en los artículos
de primera necesidad.
En
los últimos días ha circulado por whatsapp una serie de mensajes sobre el
incremento de los precios que regirán por unidad en las cadenas de
supermercados y afines, y que supuestamente “están aprobados en la Gaceta
Oficial”. Según esta información, el gobierno revolucionario estaría
convalidando entonces el incremento de los precios del kilo de carne a 4
millones de bolívares, el queso blanco y el cartón de huevos a 3 millones de
bolívares cada uno, el azúcar a 1 millón doscientos mil bolívares, aceite a 2
millones cuatrocientos mil bolívares, pollo y pasta a 1 millón cuatrocientos
bolívares cada uno, entre otros.
También
es un problema diario el mal servicio prestado por el transporte público en sus
diferentes versiones, camioneticas por puesto, taxis, autobuses y metrobuses,
bus Caracas, mototaxis, diferentes líneas del metro y el ferrocarril de Los
Valles del Tuy; los cuales dejan un mal sabor en los usuarios que tienen que
sortear vejámenes y malos tratos, incremento injustificado de los pasajes,
largas horas de esperas, entre otros; hacen que el servicio del transporte sea un
caldo de cultivo de mensajes de inconformidad en contra de la gestión del
Gobierno.
Por
otra parte, se mantiene vigente una importante cobertura mediática nacional e
internacional con las diferentes declaraciones del Secretario General del la
OEA Luis Almagro, y de los países con gobiernos antichavistas como los del
llamado Grupo de Lima, con Juan Manuel Santos y Mauricio Macri a la cabeza, Mariano
Rajoy en España y otros líderes y funcionarios del gobierno de Donald Trump y de
la burocracia de la Unión Europea, entre otros; reseñan abiertamente y desde ya
el desconocimiento de los resultados electorales de unas elecciones que todavía
no se han llevado a cabo, bajo el supuesto de no convalidar “la dictadura de
Maduro en Venezuela”.
También
a escala nacional e internacional se manifiestan otras tres noticias importantes
con la cual los medios opositores tratan de manipular la opinión pública para
afectar la imagen del Presidente Maduro y su gestión de Gobierno: 1) el
antejuicio de mérito adelantado por la Asamblea Nacional en desacato, contra el
Presidente Maduro por su supuesta vinculación con el caso de corrupción de la
empresa constructora Odebrecht, 2) la comparación del Gobierno venezolano con
el régimen Nazi, hecha por Ledezma durante un Foro en Miami para pedir la
“intervención humanitaria en Venezuela”, y 3) las presuntas implicaciones de
Diosdado Cabello con el narcotráfico colombiano, supuestamente denunciadas por
“el sobrino del Jefe de las Farc, Iván Marquez”, antes de ser extraditado a
Estados Unidos.
Sin
embargo, con lo que no cuenta este panorama electoral enrarecido por los
políticos de la oposición siguiendo las líneas emanadas desde la embajada de
EE.UU. en Caracas, es con los altos niveles de consciencia alcanzados por el
pueblo venezolano en general, quienes ya pueden identificar que es el
imperialismo estadounidense quien está generando todo este ambiente de malestar
para obtener réditos políticos, y de manera particular del chavismo duro que a
pesar del malestar ocasionado por la guerra económica se nuclea alrededor de la
revolución bolivariana para preservar la soberanía nacional y no permitir
volver a ser una colonia yanqui.
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