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domingo, 30 de octubre de 2011

Gustavo Petro es el nuevo Alcalde de Bogotá; J.J Rendón no le funcionaron sus tácticas en esta ocasión

Gustavo Petro, un ex guerrillero de 51 años y especialista en economía, ocupará la Alcaldía de Bogotá a partir del próximo primero de enero, tras lograr una amplia ventaja en las urnas.

Petro, quien hizo parte de la desmovilizada guerrilla M-19, logra un triunfo histórico, pues encarnó una empresa política solitaria: sin partido y en contra de quienes fueron sus copartidarios hasta hace un año: el Polo Democrático.


Sin embargo, su triunfo se sustenta en que los electores de ese partido prefirieron votar por Petro y no por el candidato oficial de esa colectividad: Aurelio Suárez.

El alcalde electo basó su triunfo en tres variables: la primera, la atomización de los candidatos de los sectores de centro y derecha que dispersaron a sus electores.

La segunda la razón para su triunfo fue que supo encarnar el símbolo de la lucha anticorrupción ya que fue capaz de denunciar a los integrantes de su propio partido, involucrados en el famoso escándalo del carrusel de la contratación.


Finalmente, Petro se mostró como un candidato conciliador: no respondió a los sucesivos ataques de sus adversarios, se mostró como un hombre de familia y dijo ser cercano a todos los sectores políticos, incluido al Presidente de la República.

El triunfo de Petro deja a varios derrotados en el camino. En primer lugar a su adversario Enrique Peñalosa, quien acumula una segunda derrota consecutiva en su intento por regresar al Palacio de Liévano, sede del Gobierno distrital.

Con Peñalosa también sale derrotado el ex presidente Álvaro Uribe Vélez quien no pudo consolidar su imagen de gran elector en la ciudad: la izquierda lo ha derrotado en tres ocasiones consecutivas en Bogotá.

A este grupo se suma el asesor político J.J Rendón, a quien no le funcionaron sus tácticas en esta ocasión, después de haber salido victorioso el año pasado.

Igualmente, el ex alcalde Luis Eduardo Garzón, quien se apartó de Petro, su antiguo copartidario, y prefirió irse con Peñalosa.

Gina Parody logró uno de los principales hechos de la campaña: su llamativa alianza con Antanas Mockus, pero no pudo superar a Peñalosa. Su candidatura queda reservada como una opción para el futuro.

Los jóvenes Carlos Fernando Galán, de Cambio Radical, y David Luna, del Partido Liberal, merecen un análisis aparte. Galán logró más votos de los que obtuvo cuando fue elegido concejal hace cuatro años, pero su campaña quedó relegada a un segundo lugar.

Y Luna demostró que los partidos tradicionales de Colombia no logran recuperar el papel protagónico que tuvieron en el pasado en la principal plaza electoral del país.

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