El presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso este miércoles en la XVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que los países reconozcan compensaciones económicas para las Emisiones Netas Evitadas (ENE), tal y como adelanta Ecuador en el proyecto Yasuní ITT. El presidente ecuatoriano lamentó que la lucha contra el cambio climático esté condicionada más por razones políticas que por alcances técnicos. En este sentido, dijo que el conocimiento para mejorar el medioambiente no debe ser privatizado o patentado.
“Aunque, compensar por la reforestación, fue un paso importante vemos que fueron esfuerzos insuficientes, ineficientes e inconsistentes” , dijo Correa. Destacó la importancia del concepto de Emisiones Netas Evitadas como el mecanismo para Reducción de Emisiones por Deforestación para superar el enfoque que se centra en la protección de los bosques.
“Nuestra propuesta va más allá porque no se restringe a un sector específico sino que optimiza compensaciones por acción u omisión en todas las áreas que involucran contaminación (…) ENE es el concepto global que permite definir qué es lo que se debe compensar, a quién se debe compensar y en qué deberían basarse en el principio de responsabilidades comunitarias, pero diferenciadas y en capacidades respectivas”, dijo.
Advirtió que las compensaciones deben, además fundamentarse en la necesidad de compensar la generación de valor y no solo de mercancías de tal manera que se pueda lograr la maximización del bienestar social y desarrollo sostenible. “La conservación en países pobres no será sostenible si no genera mejoras claras y directas en los niveles de vida de la población”, agregó el mandatario.
Correa aseguró que la conservación en los países pobres no será sostenible si no se generan mejoras en el nivel de vida de la población. “Yo no le puedo decir a una familia pobre, sin alternativa de ingreso y que vive al lado de un bosque que no lo corte”, expresó.
El proyecto ambiental Yasuní ITT (Ishipingo-Tambocoha-Tiputini) consiste en la no explotación de unos 846 millones de barriles de petróleo en un gran yacimiento ubicado en la zona de alta concentración de biodiversidad de la Amazonía para evitar con esta medida la emisión de 410 millones de toneladas de dioxido de carbono.
La comunidad internacional contribuye con un pago a Ecuador para que la zona, de una alta riqueza ecológica y en culturas indígenas autóctonas, permanezca inexplotada.
“Considero que con esta ampliación de las compensaciones de Kyoto se podría dar un giro revolucionario en los intercambios regionales al convertir las economías extractivistas en economías exportadoras de servicios ambientales”, destacó Rafael Correa quien también custionó la falta de conciencia de “ciertos países que se resisten a apoyar un segundo período de compromisos bajo el único parámetro jurídico y vinculante que existe al momento: el Protocolo de Kyoto”.
teleSURAndes-AFP-EFE/rp-MM
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