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viernes, 3 de diciembre de 2010

Acusaron a Japón de poner en peligro acuerdo en Cumbre sobre cambio climático

La nación nipona dijo que no extenderá los recortes de las emisiones de gases fijados el Protocolo de Kioto a menos que Estados Unidos y China también lo hagan.

Este viernes se llevará adelante en Cancún México la cuarta jornada de deliberaciones de la XVI Cumbre de la Organización de Naciones Unidas sobre cambio climático,
que se realizará hasta el 12 de diciembre, negociaciones que hasta el momento parecen no dar frutos.

El principal objetivo de la reunión es analizar las propuestas para la extensión del Protocolo de Kyoto a un segundo período de 2012 a 2017.

Ese tratado es un acuerdo internacional, adoptado el 11 de diciembre en Japón y que entró en vigor en 2005, que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases que causan el calentamiento global: dióxido de carbono, gas metano y óxido nitroso, además de tres gases industriales, en un porcentaje aproximado de al menos un 5% en comparación a las emisiones al año 1990, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012.

JAPÓN EN LA MIRA

Este jueves, países en desarrollo acusaron a Japón de renegar de promesas que hizo sobre extender la lucha contra el calentamiento global más allá del 2012 y dijeron que la cumbre climática que se realiza en México podría colapsar, a menos que Tokio de pie atrás.

Japón, que se encuentra entre las cerca de 40 naciones ricas que rebajarán sus emisiones de gases hasta el 2012 según lo fijado por el Protocolo de Kioto, dijo que no extenderá esos recortes más allá de ese año, a menos que países como Estados Unidos y China también se sumen.

Organizaciones no gubernamentales de Japón consideran una gran ironía que su país no sea parte de la continuación del Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 en esa ciudad japonesa, informó IPS.

El primer ministro Naoto Kan lo anunció categóricamente esta semana ante el parlamento.

Aunque la posición del gobierno sobre no acompañar una segunda fase del Protocolo a partir de 2012 se conoce desde hace un par de años, ésta es la primera vez que el primer ministro la declara en público.

Yuri Onodera, director del programa de Cambio Climático y Energía en el capítulo japonés de la organización Amigos de la Tierra, dijo que “la medida de Japón de abandonar el tratado de Kyoto muestra una severa falta de reconocimiento de su propia responsabilidad histórica y moral”.

“Con esta posición, Japón se aisla del resto del mundo. Y peor aún, este paso perjudica las negociaciones actuales y es una seria amenaza al progreso necesario aquí, en Cancún”, agregó.

El activista declaró a IPS que el gobierno puede haber tomado esta decisión debido a la “frustración en torno al proceso” que siguen las principales economías emergentes en general y China en particular, en cuanto a no comprometerse a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Las declaraciones del primer ministro también se produjeron en un contexto de crecientes tensiones entre las dos potencias asiáticas.

“Específicamente en relación a China, Japón tiene una disputa territorial. También hay una competencia económica, dado que China superó a Japón como segunda mayor economía mundial”, destacó Onodera.

Sin embargo, este activista que junto con muchos otros hizo campaña hace 13 años para forjar el Protocolo de Kyoto, todavía espera que el gobierno se comprometa a combatir el recalentamiento planetario.

“Muchas personas estarán observando si se considera que Japón no está participando en el proceso. Amigos de la Tierra Internacional reclama con urgencia que Japón reconsidere su posición y deje de estancar las negociaciones climáticas”, sostuvo.

UN POSIBLE FRACASO

“Estoy asustado de que, sin concesiones sobre el Protocolo de Kioto, un acuerdo en Cancún no vaya a funcionar”, declaró Abdulla Alsaidi, de Yemen, presidente del Grupo de los 77 más China, que congrega a las naciones emergentes en las discusiones de Cancún, informó Reiters.

Alsaidi dijo que esperaba que la Unión Europea convenza a Tokio de que suavice su negativa en la cumbre, que busca un paquete de medidas para tratar de evitar inundaciones, sequías, olas de calor y el aumento en los niveles del mar.

“Esperamos que logren convencer a nuestros buenos amigos los japoneses para que reconsideren aceptar (una extensión), sin la cual no habrá un resultado positivo en Cancún”, dijo Alsaidi durante la cumbre en el centro turístico caribeño.

Según establece el Protocolo de Kioto, los países industrializados deberían acordar una extensión antes de que su primer período expire en el 2012, lo que deja poco tiempo si Cancún fracasa.

“Japón no está tratando de acabar con (el Protocolo de) Kioto, pero este debería renacer en un tratado legalmente vinculante único y más efectivo”, dijo Akira Yamada, subdirector general para asuntos globales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.

La UE y otros partidarios del Protocolo de Kioto también quieren que otros se sumen más allá del 2012. Yamada dijo que Japón reconoce que el Protocolo de Kioto está obsoleto porque solo limita un 27% de las emisiones globales. Cuando el pacto fue acordado en la ciudad japonesa de Kioto en 1997, abarcaba un 56% de las emisiones mundiales incluido Estados Unidos, que nunca lo ratificó.

UN FIN SIN NADA

Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró que la cumbre sobre cambio climático de Cancún “acabará sin nada”, reseñó el periódico mexicano El Universal.

Según Lula, el mundo no puede tener “ninguna” expectativa frente a la 16 Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático sobre Cambio Climático (COP16): “No va (a Cancún) ningún gran líder. A lo sumo irán ministros de Medio Ambiente, por lo que no se debe esperar ningún avance”.

Lula da Silva reiteró su decepción con la cumbre celebrada el año pasado en Copenhague, en la que dijo que estaba “todo listo para llegar a un acuerdo fantástico”, que en su opinión naufragó por la posición de los países más desarrollados y en particular de Estados Unidos.

También insistió en que las ofertas de reducción de emisiones de gases contaminantes presentadas entonces por los países más ricos era “una cosa irrisoria”, acompañada además por “unos planes muy nebulosos” para financiar acciones de protección al medio ambiente en las naciones más pobres del planeta.

En Cancún, los gobiernos de México, Estados Unidos y Naciones Unidas rechazaron las declaraciones del presidente Da Silva y sostuvieron que en la conferencia climática habrá resultados, se logrará un paquete de acciones equilibradas, y para alcanzar estos acuerdos no es necesaria la presencia de los mandatarios en el proceso de negociaciones, informó El Universal de México.

La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, Christiana Figueres, al ser cuestionada respecto a las declaraciones del mandatario brasileño, dijo que la COP16 “jamás se concretó como una cumbre para jefes de Estado, México no tenía esa intención, se da bienvenida a jefes de Estado por venir, y el presidente Felipe Calderón estará toda la semana que entra para ser anfitrión de ellos, pero queda claro que esto no se organizó como reunión de jefes de Estado”.

El representante especial del gobierno de México para Cambio Climático, Luis Alfonso de Albadijo que después de la sensación de fracaso de Copenhague, se debe entender que “esto es un proceso que va a durar varios años y hay que dar pasos ambiciosos y concretos en Cancún, si se espera un Bing Bang en un momento determinado aquí o en cualquier otro lado se comete un error”.

El embajador mexicano consideró también que las condiciones internacionales, la complejidad del tema “no permite una sola decisión en un solo momento”.

El jefe de la delegación negociadora de Estados Unidos, Jonathan Pershing, dijo que se tendrán resultados y avances hacia la meta. “Sé que los negociadores brasileños están trabajando hacia la misma meta que nosotros, que es un resultado robusto para enfrentar los problemas climáticos”.

T/Redacción CO–Agencias
F/Agencias

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