José Vicente Rangel: Hoja de ruta de la hipocresía
1 Tenía la esperanza que con motivo del resultado
electoral del pasado 26 de septiembre, la oposición, tanto la
partidista como la mediática, adoptara una actitud responsable. Para
decirlo en lenguaje coloquial, que cogiera mínimo. Que se enseriara.
Ejemplo, que compatibilizara el rol opositor de inequívoco perfil
crítico, en el marco democrático y del Estado de derecho, con la
sindéresis y la voluntad de sustraerse al aventurerismo. Pero está
visto -lo expreso con pesar- que la oposición venezolana tiene en su
ADN una huella borbónica. No olvida y es incapaz de rectificar. Por más
esfuerzo que se haga en racionalizar la relación con ella, el resultado
es el fracaso. Porque su liderazgo es incapaz de valorar las
circunstancias y renunciar a la tentación de jugar con cartas marcadas.
Siempre está dominado por el doble discurso, lo que fatalmente lo
conduce a sacrificar la oportunidad que brinda la ruta cívica. Tal y
como quedó demostrado con su participación en el golpe del 11-A y el
paro petrolero, y cuando hace 5 años se abstuvo en la elección para la
Asamblea Nacional. ¿Todo ello por qué? Por lo de las cartas marcadas y
el doble discurso. Pero la oposición, que acaba de probar las bondades
de la política democrática participando en las elecciones del 26-S --a
diferencia de lo que hizo antes--, en vez de analizar lo sucedido con
ánimo reflexivo y valorar el contexto en que obtuvo ese logro, se deja
arrastrar por el triunfalismo y reinvindica, de manera voluntarista, la
condición de mayoría, con lo cual retorna a lo que fue causa
fundamental de sus fracasos: la provocación.
2
No es otra cosa que un insensato acto de provocación atribuir carácter
de atentado político --y endosárselo al Gobierno-- el atraco a los
directivos de Fedecámaras, como lo demostró la investigación que hizo
el Cicpc en tiempo récord. La cúpula opositora y los medios que la
secundan, se aferraron a la grotesca versión, con lo cual demostraron
que carecen de escrúpulos, al igual que en pasados episodios.
3
Esa línea de manipulación político-mediática, de prender el ventilador
para difamar y mentir con desvergüenza, también se manifiesta con
motivo de las declaraciones que un capo del narcotráfico emitió desde
una cárcel en Colombia -con evidente complicidad de las respectivas
autoridades-. Declaraciones destinadas a descalificar a oficiales de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana, leales al pueblo, a la Constitución
y a su Comandante en Jefe, algunos de ellos dirigiendo organismos de
inteligencia del Estado, lo cual es significativo. Esa campaña tiene
eco en el liderazgo de la oposición y en los medios que la sirven. De
inmediato la secundan sin que el delincuente de marras haya presentado
prueba alguna de lo afirmado.
4 Igual pasa
con el caso de miles de compradores de viviendas, estafados por
constructores e inmobiliarias inescrupulosos. Las medidas del Gobierno,
destinadas a proteger el débil jurídico y a garantizar a las familias
venezolanas el derecho de propiedad, las rechaza la oposición y opta
por apoyar, descaradamente, a los estafadores.
5
¿Se corresponde esta actuación con el comportamiento de una oposición
responsable? En el fondo se trata de la repetición del formato
desestabilizador que tanto daño le ocasionó al país y a ese sector
político. Detrás de la campaña contra los oficiales de la Fanb está el
propósito de socavar la institución, lesionar su moral y sembrar la
división. Fue ese el propósito que sirvió de caldo de cultivo a la
subversión el 2002 y 2003. El mismo que está detrás de la reacción a
las medidas de protección de los compradores de viviendas, el ataque a
los mandos castrenses, la irresponsable calificación de atentado
político al episodio vivido por los directivas de Fedecámaras, y
algunos conatos de "guarimbeo": es decir, el manual del desarrollo de
un proceso cuyo destino es alterar el desarrollo normal de la actividad
política y activar la confrontación. Todo esto recurriendo a la
simulación y al engaño y encubriendo el verdadero propósito que, no es
otro, que la aventura extraconstitucional. De ahí que sea fácil
detectar la existencia de una hoja de ruta donde destaca la hipocresía
de la oposición. Que de continuar con semejante comportamiento, será
esa la tónica que presidirá su actuación en la próxima Asamblea
Nacional. Ojala y reflexione. Que no vote la oportunidad de asumir una
actitud diferente.
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LABERINTO
Preocupante lo que ocurre
con el Metro. Nada justifica su nivel de deterioro. Al frente de este
importante servicio público se colocó a gente sin capacidad ni
preparación, lo cual explica su estado actual. Las denuncias se
multiplican y la capacidad de aguante de los usuarios se desborda…
Claro, la respuesta no es el guarimbeo. La protesta que afecte aún más la prestación del servicio y revierta contra los usuarios. Algo inaceptable…
Pero si surgen
problemas de orden público en sus instalaciones hay que darles
tratamiento adecuado. La represión -del tipo que sea- salvo casos en
que los ciudadanos corran grave peligro, debe excluirse y recurrir al
diálogo; a la solución de las situaciones críticas con respeto absoluto
a la dignidad de las personas. Hay que evitar a toda costa la acción
policial y trabajar los conflictos con la persuasión y cuerpos de
seguridad debidamente entrenados…
Me pareció
-y lo escribo con toda responsabilidad- que el problema que se suscitó
días atrás fue mal manejado. Detener a 35 ciudadanos no es la solución;
al contrario, complicó la situación, y sirvió para que los medios
contrarios al Gobierno se despacharan y se dieran el vuelto. Por
suerte, un juez probo como Braulio Sánchez resolvió institucionalmente
el problema acordando la libertad de los detenidos. La decisión
judicial es un ejemplo que sirve para definir lo que no debe hacer un
poder del Estado -el de policía- y lo que tienen que hacer otros
poderes del Estado en defensa de las garantías constitucionales…
El tema
de la candidatura presidencial de 2012 empieza a erosionar a la
oposición: Fernández, López, Capriles, Ledezma, Pérez, Borges, muchos
nombres para el logro de la fórmula unitaria. El problema tiene que ver
con la representación de partidos sin fuerza propia, beneficiados con
un voto antichavista impredecible. La diferencia en las encuestas entre
el porcentaje de los partidos opositores y el total de votos obtenidos
el 26-S, es asombrosa. Indica la fragilidad de un proyecto construido
sobre una inasible realidad…
Murió Massera,
el siniestro almirante que ensangrentó el uniforme de la Armada
argentina, creador de métodos perversos de represión. Una víctima suya
escribió como epitafio: "Aquí yace un asesino/caminante, que hizo y
deshizo con la soberana bendición de la espada y la sotana/ Insúltalo
si no lo hiciste antes"…
Todo indica que el
"caso Makled", la olla que montó el narcotráfico para atacar a la Fanb
y a figuras del Gobierno -con el que la oposición y sus medios de
comunicación hicieron fiesta-, se frustró. Santos no se prestó a la
maniobra y ahora saldrá a la luz la verdad verdadera: serán aclarados
varios asesinatos en proceso de investigación…
Es dogma en Acción Democrática que el candidato en cualquier elección tiene que ser adeco. Pero hay gente que lo olvida.
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