Traducir al:

English cv French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

viernes, 22 de octubre de 2010

LEOPOLDO PUCHI /// ENFOQUE .

Flash Rojo
UN PAIS NECESITA
cultivar su memoria histórica. Así ocurre en todas partes del mundo. Pero hay extremos. De un lado, quienes les gustaría que desaparecieran los símbolos patrios, como ocurre con sectores de la oposición que se burlan de Manuela Sáenz. Y hay quienes, desde el Gobierno, pretenden convertir a los próceres en objeto de culto cuasi religioso. Ni tan calvo ni con dos pelucas. DOS TEMAS QUE DEBE EVITAR el Gobierno. El primero, estar mencionando la palabra guerra a cada momento. Nadie quiere ni oírla. Lo lógico es hablar de defensa y esfuerzos de paz. Lo segundo es aprovechar la ocasión para endilgarle a toda la gente de oposición el calificativo de apátrida.

EN LO QUE TIENE QUE VER con financiamiento externo de organizaciones no se puede, al legislar, meter todos los aportes en el mismo saco. Una cosa es la USAID y la NED, que funcionan con el Departamento de Estado, y otra, universidades o fundaciones que ayudan a ONG sin fines políticos.

LA MALA GESTION en varias instituciones ha traído como consecuencia que el Gobierno no sólo ha perdido apoyos sino que, en algunos casos, como el colapso del Metro, se han generado situaciones de furia. No es casual que el Gobierno haya pasado de 42% que tenía en 2008 a 33% en la actualidad. Lo que lo ayuda es que la oposición no cobra completo, y sólo ha subido de 25% en 2008 a 29%  en 2010.

Flash Negro
HAY GESTIONES QUE EN LUGAR
de ayudar perjudican. Esto es lo que ha ocurrido con el Senado de Chile, que al cuestionar el sistema electoral venezolano ha perturbado la posibilidad de que se realice una  observación internacional el 26-S, actividad que debe ser hecha de manera imparcial y no por militantes políticos uña en el rabo.

PAULATINAMENTE LA IDEOLOGÍA anticomunista se ha ido imponiendo en la oposición. Es una actitud conservadora, que enfrenta no al totalitarismo sino a cualquier propuesta progresista. Si alguien cuestiona el capitalismo, eso es calificado de totalitarismo. Si se plantean comunas, es terror rojo. Por este camino vamos directo al franquismo, base ideológica del Copei de los años cuarenta, que acusaba a los adecos de comunistas.

SI SE LE HACE CASO a lo que dice la oposición, Chávez es el ser más amado de la comarca, al que nadie quiere tocar ni con el pétalo de una rosa. Si se descubren paramilitares, se convierten en “paracachitos”. Si a los grupúsculos de extrema derecha que pululan en Centroamérica se les ocurre mandar a un terrorista para acá, dicen que es una ficción. Y así pasan los días, en una actitud de negación que no se sabe para qué sirve.

LA IGLESIA HUBIERA PODIDO jugar un extraordinario papel como mediadora en el conflicto diplomático de Venezuela y Colombia. Pero ella misma se excluye cuando su máximo representante, monseñor Jorge Urosa, coloca a la Iglesia en la primera línea de combate de la polarización.

Desde la Sala Situacional

Uribismo venezolano

Hay diversas hipótesis para explicar la decisión de Álvaro Uribe. Para unos, se trata de diferencias con Juan Manuel Santos. Otros ven una división de roles, el “policía bueno” y el “policía malo”. Y hay quienes la consideran un paso previo para un ataque militar.

Hoyos

En cuanto a la respuesta venezolana, tal vez no ha sido la más adecuada. No necesariamente se tenía que llegar a una ruptura. Existían otros mecanismos para rechazar el discurso de Luis Alfonso Hoyos. En varios aspectos, la política exterior venezolana se desnaturaliza al excederse.

La oposición

Sin embargo, lo que más llama la atención en esta ocasión no son los desaciertos del Gobierno sino la conducta de la oposición. De modo inexplicable ha respaldado a Bogotá, y hay quienes hasta han validado una intervención. Además, ha planteado romper con la tradicional doctrina de nuestro país sobre la guerrilla colombiana, consistente en no trasladar la guerra a nuestro territorio y dirigir las acciones a la contención de las secuelas en nuestra frontera del conflicto armado del vecino país, al tiempo que se propicia una salida pacífica.

Alternativa

El abandono de esta orientación  conduciría  a la integración de Venezuela a la guerra de Colombia y a la creación de una vasta zona de combate binacional, que se extendería a todo el territorio. Si a esto se la añade el insólito respaldo que se le ha dado a las bases estadounidenses, hay que concluir que la oposición no tiene una idea clara de lo que está en juego en términos de soberanía y conveniencia nacional. En estas condiciones, no representa una alternativa viable de política exterior, ni calza los puntos para dirigirla. Una verdadera tragedia para un país es no contar con una opción de recambio que, aun con diferencias, se sitúe en las coordenadas básicas del interés nacional.
El Socialismo en la Historia

El Socialismo de Allende


En septiembre de 1970 Salvador Allende gana la presidencia de Chile con el programa de gobierno de la Unidad Popular. Se proponía la UP una transición al socialismo de un país capitalista subdesarrollado, por la vía electoral y democrática, en ruptura con las tesis de la lucha armada. La ideología de los partidos de la alianza  era de inspiración marxista, incluso el Partido Radical, el más moderado, asumía “el materialismo histórico y la idea de la lucha de clases como medio para interpretar la historia”.

En el núcleo del Programa de Allende se encuentra el concepto de “Poder Popular”, concebido como la instauración de “un nuevo Estado donde el pueblo tenga el real ejercicio del poder”, el cual sería traspasado “de los antiguos grupos dominantes a los trabajadores, campesinos y sectores progresistas de las capas medias”.

En materia económica, el Programa tiene como objetivo reemplazar la estructura existente  “terminando con el poder del capital monopolista nacional y extranjero y del latifundio, para iniciar la construcción del socialismo”. Con este propósito se establecen tres formas de propiedad (la social, la privada y la mixta). Para la realización de este programa se utilizaron métodos como las nacionalizaciones, la adquisición de empresas por el Estado y la requisición de unidades de producción paralizadas.

La acción combinada de desaciertos en algunas políticas económicas, junto a la actividad desestabilizadora del empresariado y de Estados Unidos, trajo como consecuencia una altísima inflación y desabastecimiento. Estos dos últimos fenómenos estuvieron a la base de protestas de calle, que crearon el clima para el golpe de Estado de 1973, que puso fin al gobierno de Allende  y a la transición socialista de la Unidad Popular.
elepuchi@gmail.com

No hay comentarios.: