16 de septiembre de 2010.-Un total de 19 sicarios muertos y un soldado herido fue el resultado de tres enfrentamientos entre miembros del Ejército mexicano y un grupo armado que se prolongó por siete horas el miércoles en una carretera del estado de Tamaulipas (noreste), en el marco de la celebración por el Bicentenario de la independencia.
Luego de la balacera que se registró a lo largo de 11 kilómetros de persecución, los militares incautaron doce vehículos y varias armas de alto calibre como un fusil Barret calibre 50, así como granadas de fragmentación y un lanzagranadas calibre 40 milímetros.
Según los primeros reportes, los uniformados emprendieron un operativo hacia esa zona del noreste mexicano, luego de una denuncia anónima que recibieron en la que se señalaba sobre un supuesto retén ilegal a la altura del kilómetro 135 de la carretera que conecta a las poblaciones de General Treviño con Ciudad Mier en Tamaulipas.
Una vez en el lugar, los elementos del Ejército mexicano fueron agredidos con disparos por un grupo de hombres armados e inmediatamente se originó la persecución que dejó un primer saldo de nueve muertos.
Tras esa primera cifra, el convoy del Ejército continuó siguiendo a los sicarios por la carretera tamaulipeca hasta un segundo tiroteo cercano a un rancho que cobró la vida de dos personas más.
Dos kilómetros más adelante, otros ocho criminales fueron abaleados en el tercer y último enfrentamiento con soldados del Ejército.
Al poco tiempo, peritos criminalistas, miembros del Sefvicio Médico Forense de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, se apersonaron al lugar para recoger evidencias y llevar a los cadáveres al anfiteatro del Hospital Universitario.
A comienzos de este mes, otros 27 sicarios fueron abatidos en otro enfrentamiento con el Ejército de ese país en el rancho El Troncón en Ciudad Mier, Tamaulipas.
El estado ha sido foco de varios hechos de violencia en los últimos meses, el más significativo fue la matanza 72 inmigrantes que fueron asesinados por grupos armados.
Luego de la balacera que se registró a lo largo de 11 kilómetros de persecución, los militares incautaron doce vehículos y varias armas de alto calibre como un fusil Barret calibre 50, así como granadas de fragmentación y un lanzagranadas calibre 40 milímetros.
Según los primeros reportes, los uniformados emprendieron un operativo hacia esa zona del noreste mexicano, luego de una denuncia anónima que recibieron en la que se señalaba sobre un supuesto retén ilegal a la altura del kilómetro 135 de la carretera que conecta a las poblaciones de General Treviño con Ciudad Mier en Tamaulipas.
Una vez en el lugar, los elementos del Ejército mexicano fueron agredidos con disparos por un grupo de hombres armados e inmediatamente se originó la persecución que dejó un primer saldo de nueve muertos.
Tras esa primera cifra, el convoy del Ejército continuó siguiendo a los sicarios por la carretera tamaulipeca hasta un segundo tiroteo cercano a un rancho que cobró la vida de dos personas más.
Dos kilómetros más adelante, otros ocho criminales fueron abaleados en el tercer y último enfrentamiento con soldados del Ejército.
Al poco tiempo, peritos criminalistas, miembros del Sefvicio Médico Forense de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, se apersonaron al lugar para recoger evidencias y llevar a los cadáveres al anfiteatro del Hospital Universitario.
A comienzos de este mes, otros 27 sicarios fueron abatidos en otro enfrentamiento con el Ejército de ese país en el rancho El Troncón en Ciudad Mier, Tamaulipas.
El estado ha sido foco de varios hechos de violencia en los últimos meses, el más significativo fue la matanza 72 inmigrantes que fueron asesinados por grupos armados.
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