WASHINGTON, septiembre 1.— Aviones sin piloto (drones) comienzan hoy el patrullaje de la frontera estadounidense con México, una medida de la Casa Blanca que responde a exigencias de la oposición para unirse a un proceso de reforma migratoria en el país.
Empantanada durante varios años y sucesivos gobiernos, la modificación migratoria puede acercarse a su materialización tras los coqueteos del presidente Barack Obama con los opositores republicanos.
Los del lado contrario piden una frontera más segura para pasar a un cambio del código, una promesa electoral de Obama, cuyo incumplimiento se convirtió en una de las causas que impulsan el drenaje del apoyo al mandatario entre los latinos.
Los denominados drones inician este miércoles su trabajo en el límite con México y en opinión de grupos defensores de los derechos humanos, eso se convertirá en una verdadera cacería de inmigrantes amparada en la presunta lucha contra el narcotráfico.
La técnica aérea se desplazará a lo largo de tres mil 200 kilómetros de línea divisoria con México, según explicó la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano. «Se trata de otro paso fundamental en la vía de la seguridad de las fronteras. Los drones son un instrumento importante para garantizar nuestra seguridad», agregó Napolitano.
El despliegue de los aviones, más patrullas y otras técnicas, fue aprobado por el Congreso el 13 de agosto al liberar 600 millones de dólares para reforzar las fronteras. Una flotilla de seis aviones Predator B con capacidad de vuelo de 30 horas consecutivas integrará la partida, porque «la meta es tener una región fronteriza segura, que se extienda desde Texas hasta California. En eso estamos y es en lo que continuaremos trabajando», adelantó Napolitano.
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